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5.- FEDERICO BORRELL,
"TAINO" EN UNA FOTO ATRIBUIDA A ROBERT CAPA
Hemos visto como la fotografía “Milicianos de Cerro
Muriano” (DG-3) está perfectamente estudiada en su
composición. De las tres figuras que aparecen en primer
plano, dos de ellas tuvieron la importancia suficiente
para que el fotógrafo/a decidiera documentarlas
en su reportaje (fig.1 y fig.3). Un cuarto personaje
aparece al fondo, superponiéndose al grupo (fig.4)
Según afirma Luca Pagni, la fig,1 en DG-3 habría que
identificarla con Robert Capa. Sería el primero,
empezando por la izquierda y vestido con tonos claros en
pose torera.
La fig.3 en la imagen DG-3 ha sido asociada al miliciano
herido que vemos en DG-2. Sin embargo, entre los dos se
intercala un tercero (fig.2), que inicia la secuencia de
los combatientes milicianos.
Aunque están equidistantes, el primero y el segundo no
parecen tener nada que ver entre sí. Ni en la actitud
frente al objetivo de la cámara, ni en el gesto de sus
rostros. Uno tiene aspecto despreocupado, casi chulesco.
El otro, estático y reflexivo parece limitarse a
sostener su fusil en alto, hasta que pase el momento de
la foto.
· El primero (DG-3 fig.1), como demuestra la
comparación de las fotografías, sería Endré
Friedmann, "Robert Capa"
· El segundo, según parece demostrar la investigación
realizada, sería Federico Borrell García, "Taino".
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Robert Capa
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Comparación
de los rostros de Robert Capa y Taino
con las fig.1 y Fig.2 en DG-3
("Milicianos de Cerro Muriano")
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El artículo de Luca Pagni sobre Robert Capa y la
fotografía "Muerte de un miliciano" nos causó gran
impacto, tanto por las dotes de observación de este
investigador como por el método utilizado para demostrar
su teoría.
Hasta entonces, exceptuando las de Piero Barengo Gardin,
las hipótesis que se habían publicado no iban más allá
de meras especulaciones.
Por nuestra parte, desde
el momento en el que empezamos a conocer la biografía de
Federico Borrell, nos dimos cuenta de que, a nuestro
parecer, en nada se correspondía con la imagen que
autores como Miguel Pascual estaban transmitiendo.
La
familia de Federico nos pareció demasiado implicada en
los recuerdos. Su objetividad a la hora de opinar sobre
la nueva identidad del miliciano en una foto
mundialmente conocida y que lo relacionaba con ellos,
podría
no ser del todo objetiva. Condicionada por causas
emotivas perfectamente comprensibles,
podrían
entender este reconocimiento de su nombre como un acto
de merecida justicia para alguien durante tanto tiempo
ignorado.
Seguramente por eso, tratamos de
averiguar qué clase de persona fue el anarquista
alcoyano. Buscamos su identidad a través de las imágenes
que de sí mismo había dejado. La misma foto de Capa y
Gerda (DG-1) en las que Pagni descubrió el rostro
comparable con la imagen del miliciano muerto me sirvió
para identificar el brazo que llevaba el fúsil en la
foto del miliciano. Federico me miraba desde la
sobriedad de su propio rostro.
Tengo la seguridad de que ni a Gerda Taro ni a Federico
Borrell, la Historia les ha hecho justicia.
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