El pueblo que conocemos actualmente como Santa Fe de Mondújar fue en tiempos árabes un arrabal perteneciente a Mondújar. Cuando fue conquistado por los Reyes Católicos recibió el nombre de Santa Fe. Algunas leyendas atribuyen esta nueva denominación al hecho de que los soberanos pernoctaran en esa alquería durante su viaje a Almería, siendo Isabel I de Castilla la que decidió que en el futuro se llamara así. Otros cronistas aseguran que fue Don Juan de Austria quien eligió ese topónimo cuando sumió el mando en la guerra de las Alpujarras.

A medida que los reinos cristianos iban dominando el territorio que hasta entonces estaba bajo el poder musulmán, iban construyendo edificios que sirvieran para consolidaran el control sobre la zona, tanto a nivel militar como político e ideológico. En los lugares en los que hubo mezquitas, edificaron iglesias. La construcción de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario se levantó próxima a la torre nazarí, en lo que seguramente fue el centro del poblado. Era un edificio emblemático que señalaba el rumbo de los nuevos tiempos.

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1.- La iglesia se construyó sobre una terraza a la que se accede por unas escaleras.  2.-Puerta principal de acceso al templo.

La iglesia de Nuestra Señora del Rosario empezó a construirse  a mediados del siglo XVI y serviría para el culto de los habitantes de Santa Fe y de sus alrededores, ya que centros con mayor numero de pobladores  como Mondújar y Huéchar quedaron desiertos tras la definitiva expulsión de los moriscos. El nombre de esta advocación mariana viene determinado por las connotaciones que la Virgen del Rosario tenía con respecto a herejes y nuevos cristianos. Cuenta la tradición que la Madre de Dios se le apareció a Santo Domingo de Guzmán en el año 1508. Le encomendó como misión que divulgara su culto entre paganos y nuevos conversos, sobre todo a aquellos que hubieran sido sometidos por causas de guerra.

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1.- La reciente restauración impide ver el protagonismo que tenía el ladrillo en la decoración de la fachada mudéjar. Hornacina con imagen de la Virgen.

2.- Puerta de dos hojas en madera laminada con remaches en hierro y apertura de otra menor en el lado izquierdo.

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3.- Hornacina con imagen en mármol de la Virgen del Rosario situada a al izquierda de la entrada principal . 

4.- Detalle de la escultura de la Virgen. Fue donada por la Escuela taller de Santa Fe de Mondújar.

La devoción a la Virgen del Rosario está fuertemente arraigada en la zona de la Alpujarra, imbricándose su culto con el de la Virgen de los Remedios y Nuestra Señora del Carmen. La iconografía de estas variantes en la adoración mariana tiene en sus representaciones una didáctica intimidatoria a la vez que esperanzadora. Estuvo dirigida a aquellos que profesan distinta fe a la católica. Nuestra Señora del Carmen, defensora de las almas que depuran sus pecados en el Purgatorio y Nuestra Señora del Rosario, benefactora de los convertidos, encontraron en los moriscos su nexo de unión. Es bien sabido que la ley obligaba a los musulmanes bautizados a asistir forzosamente al rezo del rosario colectivo que se realizaba diariamente en los territorios sometidos.

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1.- La torre del campanario, con fachada en ladrillo visto,  se asienta sobre base poligonal con tres módulos de altura y cubierta de tejas a cuatro aguas.

2.- Torre del campanario desde la calle de la Rosa. El muro indica la elevación de la terraza sobre la que se levanta el templo.

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3.- Terraza que se abre ante la puerta principal y campanario.

4.- Campanario con dos ventanas entre falsas columnas en cada una de sus fachadas. Se rematan con arcos de medio punto.

La Virgen del Rosario es la actual patrona de Santa Fe de Mondújar. Su ermita, de estilo mudéjar, se levanta sobre planta basilical dividida en tres naves separadas por columnas de capitel poligonal que sostienen arcos de medio punto. La torre del campanario se sitúa en el lado derecho de la cabecera. Se tienen noticias de que en el año 1577 trabajaron en la iglesia el maestro de obras Juan Alonso Jiménez y el carpintero Juan Fernández.  Contó con un destacado retablo (1558) que no ha llegado hasta nuestros días. Casi un siglo después (1675) fue reformada la cubierta,  poniéndose una techumbre con artesonado mudéjar, casi exento de motivos ornamentales, que ha sido recientemente restaurado. En esta misma fase se reformó el presbiterio. En el siglo XVIII se amplían las naves laterales y se introducen nuevos cambios  que afectarán a la nave central y al campanario.

La fachada posterior de la iglesia tiene distintos niveles resueltos con terrazas.

En su interior, el templo está dividido en tres naves por hileras de columnas de base poligonal sosteniendo arcos romanos. Desde la entrada, todas las líneas de fuga convergen hacia el altar. Se eleva sobre varios escalones, estando el púlpito situado a su derecha. Tras él, dos puertas (una a su derecha y otra a la izquierda) se abren dos puertas que permiten el acceso a al sacristía y otras estancias de la iglesia. La cabecera de la nave central está presidida por un crucifijo con una imagen situada a cada uno de sus lados. A la derecha, una Inmaculada y a la izquierda, un Sagrado Corazón.

Altar mayor visto desde la entrada principal de la iglesia.

El altar mayor se eleva sobre cinco peldaños. A su izquierda, el púlpito. Presidido por un crucifijo, una Inmaculada y un Sagrado Corazón.

Imágenes de la capilla mayor, tras el altar. Están enmarcadas en resaltes dorados de yesería de estilo clásico.

Frente al altar y sobre la puerta principal se construye el coro. La iluminación de la estancia está resuelta con un óculo protegido de cristalera decorada con una flor, alegoría de la virginidad de la Madre de Dios. El mobiliario actual se reduce a un viejo piano y un par de sillas, iluminado con una pequeña lámpara de estilo modernista.

Vista desde el altar mayor de la puerta principal de entrada y sobre ella, el coro.

Coro con arco de medio punto y barandilla hecha con hierro de fundición. En la pared del fondo, óculo para iluminar la sala.

La iluminación del coro se resolvió con un óculo cerrado con cristalera. Lámpara eléctrica del coro.

Vista del altar mayor desde el coro. Barandilla de hierro de fundición y artesonado.

El único mobiliario del coro: un viejo piano y varias sillas.

El piano y una de las sillas que pueden verse en el coro.

Otra vista del coro desde el altar mayor. Columnas de base poligonal con resaltes de yesería imitando lápidas de mármol.

Altar mayor y la nave central del templo vistas desde el coro. Pila de agua bendita en columna de la derecha.

Nave central con las bancadas de los fieles, luminarias, altar mayor y artesonado.

La cubierta, recientemente restaurada, muestra un artesonado de estilo mudéjar con escasa decoración. Carece de almizate y en el centro de las tirantes, la lacería se compone de estrellas de ocho puntas; se apoyan sobre zapatas talladas con volutas. Las pares y las alfardas son lisas. Actualmente apenas presenta policromía, a excepción de algunos retoques dorados en las maderas que cubren la nave central.

 En la nave central se sitúa la capilla mayor acogiendo el altar principal, en cuya pared se localizan tres hornacinas concebidas para colocar imágenes de santos. En las naves laterales hay también hornacinas que crean espacios de pequeñas capillas. Frente al altar mayor se localiza la puerta de entrada al templo y sobre ella, el coro.

Después de la restauración que se llevó a cabo en el año 1995, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía financió la obra de restauración de la fachada principal (2002), que sufría de considerables grietas en sus muros así como un progresivo deterioro en estucos y acabados. Se encargó de los trabajos la empresa Construcciones Rivaro, que también llevó a cabo las tareas de rehabilitación en la torre nazarita. El presupuesto fue dotado con una cantidad de 30.000 euros. Su finalización fue programada, junto a la de la torre árabe, para el año 2006.

Granada, 5 de octubre de 2011