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PELEAS DE PERROS EN GRANADA

¿NADIE PUEDE EVITAR ESTO?

ALMANJAYAR Y SACROMONTE, CENTROS CLANDESTINOS A PLENA LUZ DEL DÍA

 

ADVERTENCIA:

 

Estas imágenes pueden herir  su sensibilidad. Sin embargo, no deje de verlas. Pueden  hacerle tomar conciencia de que tiene que hacer algo para que cesen de producirse.

 

 

 

PRECEDENTES

 

A lo largo de su historia, la lucha del hombre por la supervivencia le ha provocado la necesidad de tener que sacrificar animales para completar su dieta alimentaria. Muchos pueblos primitivos, precisamente por ser la carne fuente indispensable para su alimentación, sacralizaban ciertas especies, bien para evitar su total exterminio o con el propósito de preservar la cadena biológica en la que se sustentaban. En muchos casos, la antropofagia formó parte de tradiciones y rituales entre culturas que disfrutaban de considerables niveles de evolución. Restos de banquetes caníbales se han encontrado en yacimientos arqueológicos de más de 800 000 años de antigüedad, como sucede en el de La Gran Dolina (Atapuerca - España), pero también en civilizaciones más recientes, como es el caso de algunos pueblos asiáticos o americanos. Tal vez de los más conocidos sean los sacrificios humanos de mayas y aztecas.

 

Mucho más difícil de determinar es el momento en el que la humanidad cruza el umbral del sacrificio necesario de un ser vivo por imperiosa necesidad alimenticia,  al del disfrute con su muerte y sufrimiento, entendiéndolo como espectáculo cuya contemplación le produce placer. Tenemos noticias de este tipo de actuaciones desde la más remota antigüedad. Bajorrelieves en Mesopotamia y Egipto parecen demostrar lo remoto de su práctica. Las fuentes clásicas también dan testimonio de luchas entre animales en el mundo helénico. Pero serán los protagonistas del imperio romano quienes popularizarán estos enfrentamientos, llevándolos hasta límites insospechados de sofisticación, crueldad y masificación del espectáculo.

 

Fieras contra fieras, hombres contra hombres, fieras y hombres enfrentados...Así era el circo romano.

 

Su domino de gran parte del mundo conocido les puso en contacto con especies totalmente desconocidas en Roma. Seres exóticos que eran exhibidos y entrenados para producir puestas en escena desgarradoras y sangrientas. Las imágenes de seres humanos siendo devorados por fieras en el circo constituyen una de las estampas típicas cuando tenemos en mente el recuerdo de su Imperio.

 

Durante la Edad Media las luchas a muerte entre animales formaban parte de los espectáculos populares. En Inglaterra, el combate entre toros y perros tenía garantizada su clientela en el Paris Garden. Osos contra osos, en Rusia; elefantes contra tigres en Italia, monos contra perros en Francia...Todos, con el beneplácito, permiso y en muchos casos, financiación, de las autoridades políticas y religiosas. La descripción que de tales acontecimientos han llegado a nosotros a través de crónicas de la época son estremecedoras. Perro insertado en las astas de un toro que lo lanza por los aires; restos de mordidas que caen en las vestiduras de los asistentes, agonías interminables de animales malheridos...A los niños les estaba permitida la asistencia.

 

 

En espectáculos populares enfrentaban entre sí a todo tipo de animales. Incluso era legal la lucha de hombres y animales salvajes,

 

Algunos animales alcanzaron fama y notoriedad entre los acólitos de este tipo de espectáculos. Tal es el caso del mono "Jacco Macacco",muerto por el perro Pit.

 

 

LOS HECHOS

 

Aunque lo que decimos en este artículo pueda parecer un relato de costumbres del pasado y que poco tiene que ver con lo que sucede en nuestros días, nada más lejos de la realidad. Si bien se han cambiado algunas formas y se cuidan un poco más las apariencias, el fondo de maltrato animal sigue vigente en la civilizada sociedad occidental. A finales del siglo XIX eran frecuentes carteles que anunciaban luchas entre distintos tipos de animales en plazas de toros y otros espacios públicos. Como ejemplo puede servirnos el enfrentamiento entre el elefante "Nerón" contra el toro "Sombrerito" en la plaza de toros de Madrid, con dramáticos resultados. En los circos, los números en los que participan animales todavía se anuncian en grandes ciudades, sobre todo por fechas tan señaladas como la Navidad. Como sucedía hace más de 500 años, se permite y se promueve la asistencia de los niños. (La historia de "Nerón" y "Sombrerito" podéis leerla pulsando aquí)

 

 

Cartel de la plaza de toros de Madrid anunciando la lucha entre el elefante "Nerón" y el toro "Sombrerito".  Cartel de una campaña anti-circense

 

 

Dentro de estas tradiciones de poco gusto y menos sensibilidad se enmarcan las peleas de gallos y las luchas de perros. En la ciudad de Granada (España), estos enfrentamientos entre canes tienen un fuerte arraigo, sobre todo en la zona norte de la capital, donde suelen efectuarse a plena luz del día y con absoluta impunidad. Las actuaciones policiales, a pesar de tener conocimiento de su existencia, apenas se producen. 

 

 

Los perros son obligados a enfrentarse entre sí,  hasta la muerte de uno de los dos animales.

 

Un aspecto parecido al de esta fotografía  presentan los escenarios en los que se producen las luchas clandestinas de perros en  Granada. Las concentraciones de personas, muchas veces incluso al aire libre, en parajes próximos a la emblemática Abadía del Sacromonte, son conocidas por las autoridades de la ciudad, que apenas dedican ningún esfuerzo para acabar con estas aberraciones de crueldad y sufrimiento. Llama la atención la frecuencia en que son presenciadas por niños y adolescentes. En los países más "civilizados", la profesionalización permite la existencia de espacios de dedicación exclusiva.  Los dueños, con objetos punzantes, provocan el dolor y la furia de los animales para potencias su agresividad.

 

 

 

En algunas ciudades en las que estas peleas son legales, se celebran en escenarios como este.

Los perros son azuzados con objetos punzantes para potenciar su agresividad.

 

 ----------------  EL COMBATE  ----------------

 

 

 

 

 

  

 

 

---------------------- EL ADIESTRAMIENTO----------------------

 

 

 

Los perros recorren hasta 5 Km. diarios, arrastrando grandes pesos, para fortalecer sus cuellos, centro de las agresiones

 

       

 

 

 

---- "SPARRING" ----

 

 

 

Muchos perros domésticos son secuestrados o retirados de las protectoras con el único propósito de servir de adversarios a los perros de pelea en sus entrenamientos. También se buscan perros callejeros abandonados que a nadie importan y nadie reclama.

 

 

 

---------------------   LAS VICTIMAS. LAS CONSECUENCIAS----------------

 

    

 

La mayoría de los perros que sobreviven al combate tienen que ser sacrificados. Son pocos los que pueden recibir ayuda para sus heridas. 

 

 

 

 

Cuando son recuperados por las autoridades, pocos están en condiciones de ser reeducados para su adopción. Su final es previsible.

 

  

 

Resulta imposible comprender la mentalidad de las personas que puedan disfrutar provocando tanto sufrimiento.

 

    

 

 

 

 ¿CUANTOS MÁS?

 

¿HASTA CUANDO?

 

¿PORQUÉ? 

 

PODEMOS Y DEBEMOS EVITAR QUE ESTO SIGA SUCEDIENDO

 

Granada, 2 de Mayo de 2006

 

 

Tres años después...

 

 

 

IDEAL.ES  Granada, 15/01/2009

 

La Policía Local abre una ofensiva contra peleas de perros y captura cinco 'pitbull'

 

LA POLICÍA LOCAL ABRE UNA OFENSIVA CONTRA LA PELEAS DE PERROS Y CAPTURA CINCO "PITBULL"

 

 

 

Los agentes actuaron por sorpresa en Almanjáyar donde celebran combates a muerte e incluso utilizan perros robados en la ciudad

 

JUAN ENRIQUE GÓMEZ

 

 

 

ENTRE LA NIEBLA

 

Peleas de perros, con apuestas y casi siempre con resultado de muerte. No hablamos de países del tercer mundo. Ocurre en Granada, en el polígono de Almanjáyar y en otros espacios de la ciudad y el área metropolitana. Ejemplares de razas considerados como peligrosos son utilizados por sus dueños para que se maten o destrocen a otros perros en peleas donde otros ciudadanos hacen apuestas y se juegan su dinero. La Policía Local abría ayer una ofensiva contra esta práctica que, al parecer, crece de forma considerable en las zonas marginales de la ciudad. Ayer, durante una operación especial de los agentes locales, capturaron cinco ejemplares de raza 'pitbull'', aparentemente sin dueño y con señales evidentes de haber sido víctimas de esta práctica que, desgraciadamente, la legislación española no considera criminal.

 

 

Poco después de las ocho y media de la mañana, agentes de la unidad de intervención, apoyados por la unidad canina y el equipo municipal de laceros, de la concejalía de Salud y Consumo, hacían su aparición en las calles del Polígono. Dos 'pitbull' deambulaban junto a un pequeño grupo de personas que, a causa de la densa niebla y el frío, hacían sus fogatas en plena calle. Los laceros, sin problemas, atrajeron a los canes que, gracias a la pericia de los especialistas, se dejaron cazar e introducir en las jaulas del furgón municipal. Su aspecto era de tristeza y haber recibido todo tipo de malos tratos. Aceptaron las suaves indicaciones de los dos laceros, que tras echarles el lazo, les dejaron andar y acostumbrarse a su nueva situación antes de introducirlos, con buenos modales en el furgón. Daba la sensación de que los animales sabían que cualquier nueva situación podría ser mejor que la se han visto obligados a soportar durante parte de su vida.

 

 

Entre los vecinos se iniciaba el revuelo e intentos de aproximación a los agentes para evitar la retirada de los perros, pero la presencia de los policías de intervención, que se mantenían a distancia, les disuadía. Nadie se hacía responsable de los animales. «No sabemos si son de alguien. Esos que están en la caseta sí tienen dueño, pero estos no sabemos», decían algunos de los vecinos, que reconocían que allí, por las noches, las peleas son continuas, «pero entre los perros, la gente no se mete», decían, pero a la vez que reconocían que uno de los perros teóricamente vagabundos, era especialmente peligroso.

 

 

 

 

Más tarde, en otro punto del barrio, los agentes capturaban a otros tres ejemplares sin oposición por parte de los vecinos que se encontraban, en grupos, junto a ellos. Incluso indicaban que tuviesen cuidado con los perros «porque muerden». Estas personas, que los utilizan para las peleas, se mantenían atrás y no daban la cara por los animales, que según los laceros, son las verdaderas víctimas de esta práctica considerada salvaje, pero que la normativa sólo castiga con multas de poca monta, alrededor de 300 euros.

 

 

 

 

 

Denuncias

 

La operación se produce después de que la Policía Local haya recibido múltiples denuncias de vecinos de la zona por la profusión de las peleas, e incluso la constatación de que muchos de los perros que desaparecen en la ciudad son robados por los responsables de las peleas para que sirvan de entrenamiento a los peligrosos. Esos perros robados suelen acabar destrozados por las fauces de los grandes canes de pelea.

 

 

Según el concejal de Seguridad, Eduardo Moral, que asistió a la operación, estos perros son llevados a la perrera municipal, contratada con una empresa de refugio canino, donde estarán unos días a la espera de adopción. Después, si no se les adopta, podrían ser sacrificados, pero afirman que en muchos casos se produce la adopción, ya que se trata de animales especialmente dóciles cuando son bien tratados.

 

 

 

 

 

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