RTPIA Exp.00033/2009.Reg.200999900053596®
"EL HUERTECICO DE LA VIRGEN"
por Milagros Soler Cervantes
+ TRADICIONAL AUTO SACRAMENTAL DE SEMANA SANTA EN EL BARRIO DE CABO DE GATA (ALMERÍA) +
Con la colaboración de Juan Francisco Serrano y Alejandro Landera
1.- INTRODUCCIÓN
Los llamados "auto sacramentales" eran piezas teatrales que
escenificaban historias y alegorías, tanto profanas como religiosas
con fines divulgativos,
Denominados también en la Edad Media "Moralidades" o "Misterios", será a partir del siglo XVI cuando adoptan definitivamente el nombre de "Auto Sacramentales" como género escénico y literario. Pedro Calderón de la Barca (s. XVII) marcará con su obra la identidad de estas representaciones, en las que los personajes narran sus vidas y experiencias en el tono legendario que en su día nos trasmitieran los héroes del mundo clásico.
Teología y filosofía, dioses y mortales, lo sacro y lo profano, se unen para mostrar como el pueblo se interpreta a sí mismo, a través de sus costumbres, sus héroes y sus particulares mitologías. Es posible que el auto sacramental de Cabo de Gata tenga paralelismos o pueda vincularse a la llamada "Semana Santa Marinera" que se celebra en algunos pueblos de la costa de Valencia y que tienen su origen en representaciones religiosas del siglo XV.
· EL DOMINGO DE RESURRECCIÓN Y "EL HUERTECICO"
En el "Domingo de resurrección" llamado también "Domingo de Gloria" ,"Pascua de Resurrección" o "Vigilia Pascual", la iglesia católica conmemora el triunfo de Jesús sobre la muerte y su ascensión a los cielos, para ir al lado de Dios-Padre. Es para el mundo cristiano el día sacro por excelencia, ya que simboliza la fuerza vencedora del bien contra el mal, de la espiritualidad sobre la materia. En toda Andalucía se celebran procesiones en las que las distintas hermandades y cofradías pasean por sus calles la imagen de Cristo Resucitado luciendo sus mejores galas litúrgicas, con semblanzas iconográficas que tienen sus reminiscencias en el Barroco andaluz.
En la provincia de Almería, concretamente en uno de sus barrios más populares y marineros como es Cabo de Gata, en ese día tiene lugar un acto popular que por su antigüedad y sus especiales características, constituye, uno de los legados culturales y antropológicos mas importante de nuestras tradiciones. Se trata del llamado "Huertecico de la Virgen" popularmente conocido como "El Huertecico".
A pesar de que lo han estudiado y se han interesado por él personalidades de la entidad de Doña Danielle Provansal y Pedro Molina, antropólogos de la Universidad Barcelona, así como otros compañeros de la Universidad de Almería, la indiferencia de las autoridades locales, tanto políticas como religiosas, nos hacen prever su casi segura e irreversible desaparición.
2.- "EL HUERTECICO DE LA VIRGEN"
· CRONOLOGÍA Y SIGNIFICADO DE "EL HUERTECICO".
Son muchos los pueblos
de nuestra geografía que con el paso del tiempo han olvidado
las dramatizaciones de origen medieval del "non est hic".
En ellas se describía como un ángel situado junto al Santo Sepulcro
anunciaba a las Tres Marías la resurrección de Cristo. Sin
embargo, en Cabo de Gata (Almería), la llamada ceremonia d
No se sabe con certeza cuándo empezó a celebrarse esta ceremonia en la forma que podemos verla actualmente, si bien tenemos constancia de que ha sido transmitida de padres a hijos y organizada su puesta en escena de forma voluntaria y espontánea por las gentes del pueblo. Ninguna institución, incluida la Iglesia, ha participado jamás en la realización del evento, si bien se coordinaba con los vecinos para la celebración de los actos litúrgicos de ese día, tales como la homilía o ajustar a la procesión el horario de la misa.
Tampoco hemos encontrado documentación sobre este evento ni en los archivos de la iglesia de Cabo de Gata (fundada en el año 1.900), ni en la de San Sebastián Extramuros (Almería), de la que es filial; cabe recordar que dichos archivos fueron quemados durante la guerra civil española (año 1.936)
El Huertecico" conmemora la resurrección de Jesús y se celebra el último día de la Semana Santa, en el llamado "Domingo de Gloria" o "Domingo de Pascua". El acto religioso comienza después de la misa que, sobre las once de la mañana, se celebra en la Iglesia del barrio. La noche antes, vecinos del pueblo salen a buscar ramas de palmeras, flores del cáliz y todo tipo de follaje con el que conformarán un recinto rectangular en el que se celebran las escenas más importantes de la ceremonia del Huertecico, y cuyo espacio da nombre al acto.
Siguiendo la tradición cristiana de la Pasión y Muerte de Cristo, escenifica el relato bíblico que podemos leer en el Nuevo Testamento (Lucas y Mateo) en el que las Tres Marías acuden al sepulcro al recibir la noticia de que el Crucificado ya no está entre los muertos pues, tal y como estaba escrito, se había cumplido la profecía.
· LOS PROTAGONISTAS
Sobre los atuendos y características de los personajes que forman parte de esta representación religiosa nos remitimos a la descripción facilitada por Juan Francisco Serrano y Alejandro Landera , vecinos de ese barrio que participan en la ceremonia. Su preocupación por la misma les ha llevado a recoger tradiciones orales que nos han facilitado para la elaboración de este artículo. Por nuestra parte, tuvimos ocasión de conversar también con los habitantes de esta barriada durante el tiempo que se preparaba la celebración de año 2006, fecha en la que elaborábamos en esa localidad nuestro trabajo de campo (Año 2007).
Los protagonistas de esta representación popular pueden plantearse en dos ámbitos diferentes: - Las imágenes: - Virgen María ( Bajo la advocación de "Nuestra Señora del Mar" de Cabo de Gata) - Cristo Resucitado ( Bajo la advocación de Cristo de Cabo de Gata. - Los actores: - San Juan - Las Tres María - Cuatro marineros - Cuatro "judíos" o soldados romanos - El cronista (figura incorporada en los últimos años)
LA VIRGEN MARÍA
Siempre representada por la imagen de "Nuestra Señora del Mar" de la iglesia de Cabo de Gata. La imagen original que se exhibía en las representaciones antiguas fue quemada durante la guerra civil l española (1.936) junto a la de "Jesús Nazareno". La nueva data de 1.943 y parece que fue encargada su manufactura a unos talleres sevillanos. Se trata de una talla de serie policromada en madera, de medianas dimensiones que lleva un Niño Jesús articulado en su brazos. Su aspecto no es el mismo que la destruida durante la contienda.
En la ceremonia del Huertecico aparece desposeída de la imagen desposeída de la imagen del Niño Jesús con el que puede verse habitualmente en la capilla de su iglesia. Es ataviada para la ocasión con traje de color blanco y manto dorado, cubierto con a su vez con otro manto negro, en señal de duelo por su Hijo. Es así como sale de la iglesia para iniciar la procesión del Encuentro, que se producirá en el huerto, donde esta depositado el sepulcro de Jesús. En el momento del encuentro con el Resucitado, una persona encargada a tal efecto, le quita el manto negro, dejando a la vista de todos, sus galas de júbilo.
1
JESÚS DE NAZARET
Inicialmente se
representaba con la imagen de un "Sagrado Corazón" existente en la
iglesia del pueblo. Éste que fue quemado
Sobre este hecho
cabe destacar que la gente del barrio sigue llamando "el Niño
Jesús" a la figura r
Recientemente, en el año 2.001, fue donada a la parroquia la imagen de un "Jesús Resucitado" que sustituyó al "Sagrado Corazón" que aludimos. Así quedó finalmente configurada la presente iconografía simbólica de "El Huertecico".
Durante la víspera del auto sacramental, la imagen de Jesús Resucitado permanece expuesta al público fuera de la iglesia, en la casa de un vecino del pueblo. Tradicionalmente es siempre la misma persona la encargada de acogerlo en su vivienda, que permanece abierta para que todos los que quieran puedan acudir a visitarlo. Al día siguiente, de madrugada, es trasladado al Huertecico, del que volverá a salir en procesión a hombros de los actores judíos una vez se haya producido el encuentro con su Madre.
Es una imagen vestida de gracia que no emplea atuendo alguno. Suele portar una flor natural en su mano ofrecida por los devotos. En el periodo en el que se utilizaba la imagen del Niño Jesús, este era vestido con colores claros, a juego con el vestido que lucía su madre, la Virgen.
SAN JUAN
Viene a ser
representado por un muchacho del pueblo. En los años que
siguieron a la Guerra Civil (1.936) fue sustituido durante algún
tiempo por la imagen de San José con el Niño, vestido para la
ocasión. Haciendo arreglos con una capa se ocultaba al Niño
Entre las anécdotas que marcaron esta etapa, los cabogateros aún recuerdan como el último año que salió San José sustituyendo al San Juan viviente, durante la carrera final de la representación, los cuatro mozos que lo llevaban a hombros tropezaron. La imagen rodó estrepitosamente por el suelo, quedando partida en dos. - "El cuerpo salió por un lado y la cabeza rodando por otro"- nos contaron algunos vecinos que vivieron el suceso. Interpretado como un augurio de advertencia por parte de la Virgen, al año siguiente surgieron varios voluntarios. Hubo quien afirmó que el accidente fue tramado ex profeso.
La vestimenta de San Juan se compone de: - Túnica. - Cíngulo en la cintura. - Banda con colores hebreos sobre los hombros. - Manto en la cabeza, atado a la frente. - Barba de color castaño. - Báculo de madera con lazo negro. - Esparteñas.
Las esparteñas son
un
El lazo negro del báculo fue añadido en el año 1996 con el consentimiento unánime de todos los vecinos del pueblo, como señal de duelo por el trágico fallecimiento de un familiar del que en ese momento representaba la figura viviente de San Juan. Este se negaba a participar, pero la insistencia de sus paisanos le hizo reconsiderar su decisión, dadas las muy grandes muestras de respeto hacia su dolor que estos manifestaron. Ese mismo año se incorporó a la ceremonia, manteniéndose hasta nuestros días.
LAS TRES MARÍAS
Son tres muchachas
jóvenes y solteras del pueblo elegidas por el vecino que
representará a San Juan, en quien se deposita este privilegio. A lo largo
Su identidad se
mantiene
en secreto para todo el mundo, hasta el momento final de la
representación,
en el que se quitarán el velo. Se identifican con las Tres
Marías que visitaron el sepulcro de Jesús. Van vestidas con
- Túnica de color negro. - Velo o gasa negra que cubre toda la cabeza. - Calzado negro de lona y esparto.
Suelen participar solamente una vez a lo largo de su vida, si bien es cierto que en algunas ocasiones algunas han repetido su salida en la procesión. No hay ninguna norma conocida al respecto, por lo que suele aplicarse el criterio del actor que interpreta a San Juan.
LOS JUDÍOS
Son cuatro jóvenes que llevan a Jesús Nazareno. Según la tradición, solían hacer este papel aquellos que, por estar en edad militar, al año siguiente tenían que abandonar el pueblo para ir a servir en el ejército. Actualmente asumen la representación los vecinos varones de la localidad que así lo acuerdan. Suelen ser casi siempre los mismos, aunque pueden variar de un año para otro.
1
No van vestidos a la usanza semita descrita en La Biblia, sino con atuendos árabes. Según declaraciones de los propios protagonistas, son "moros" aunque representan las formas hebreas. Históricamente, vendrían a asumir el papel de los soldados romanos que vemos en otras representaciones similares. Es curiosa la asociación que se establece por parte de la población autóctona entre lo "moro", con reminiscencias medievales, y su oposición a la identidad cristiana.
Los judíos actúan como portadores de la imagen de Jesús Resucitado en la procesión y en la carrera que se inicia desde el recinto cuando, finalmente la Virgen, San Juan y las Tres Marías consiguen franquear su resistencia. Visten con: - Manto en la cabeza atado a la frente - Túnica de estampados hebreos. - Lanza
Sostienen en su mano palos a forma de lanzas, con los que impiden la entrada de la Virgen al Huertecico. En etapas anteriores a la Guerra Civil española, la condición humilde de los participantes y la falta de medios económicos hizo que se utilizaran las colchas más lujosas del ajuar familiar, adaptándolas al cuerpo con pliegues bien estudiados y atándolas a la cintura a modo de túnica. Para no tener que modificar dichas colchas, se realizaba una forma muy elaborada del doblado de las mismas. Era tal su complejidad y dificultad de realización que terminaron abandonando este uso. Interesados en llegar a conocer como se ejecutaba el doblado, investigamos sobre el particular, pero ya nadie recuerda en el pueblo como se figuraba ese atuendo.
LOS MARINEROS
Son cuatro jóvenes que llevan en parihuelas y a hombros a la Virgen María. Tradicionalmente eran muchachos del barrio que habían terminado recientemente el servicio militar y que con anterioridad ya se habían vestido de judíos. Llevan traje marinero como el que se usa en la Armada española. En algunas ocasiones pueden usar camisetas con rayas horizontales en azul marino sobre fondo blanco con pantalón blanco o azul marino.
3.- PREPARACIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LA CEREMONIA
· LA VÍSPERA
La víspera del Domingo de Resurrección se recogen por los alrededores del pueblo ramas de palmera y de otras plantas típicas de la zona. Con ellas se construye la estructura del "huertecico". Antiguamente se levantaba durante de madrugada en lo que se llamaba "la velá". Congregaba a gran número de personas que pasaban la noche trabajando para que al día siguiente estuviera preparado. Se compartían viandas que aportaban espontáneamente los vecinos para ayudar a sostener fuerzas hasta la mañana siguiente. En la actualidad, se realiza durante el día habiéndose perdido esa faceta de convivencia entre los habitantes del pueblo. La participación es escasa, interviniendo apenas los que saben cómo se crea ese espacio.
Se empieza por elaborar una estructura de madera que consiste en varios postes verticales clavados en el suelo sobre un perímetro octogonal (Fig.1). En el asfalto están hechos ex profeso unos agujeros permanentes que se mantienen de un año para otro. El conjunto servirá de base para el resto de ramajes que formaran el simbólico huerto. Una vez creado el armazón de la estructura se van añadiendo a él las ramas de palmera formando un zócalo vegetal de unos tres metros de altura (Fig.2).
1 Los postes que soportan la estructura se clavan en agujeros permanentes hechos en el asfalto para tal efecto.
Para darle mayor vistosidad al perímetro del recinto, se crean unos arcos (Fig.1) con las ramas de las palmeras. Éstas son unidas por sus extremos más débiles rodeándolas con un cordón que sujeta sus hojas (Fig.3). En el traslado hasta el lugar en el que deben ser colocadas interviene dos personas con el propósito de evitar que las ataduras se deterioren (Fig.4). A la vez, se va construyendo en la parte baja una especie de pared vegetal insertada en hileras de cañas en posición horizontal (Figs.5 y 6). Los palmitos también sirven de base. Una vez que se ha terminado de conformar el habitáculo, se cubre todo con hojas de arbustos, añadiéndole finalmente flores para dotarlo de mayor vistosidad
3
Vecinos de Cabo de Gata anudando las hojas de palmera que servirán para hacer los arcos. Forma de transportar las hojas de palmera, ya unidas.
5
El zócalo vegetal se va construyendo a la misma vez que se colocan los arcos. Una vez terminado, se recubre con otras plantas de la zona
El huertecico está completamente cerrado por todos sus lados, abriendo solo una entrada orientada hacia la calle en la que posteriormente se producirá la carrera del encuentro. Según la versión de algunos vecinos, hace algunos años la entrada se orientaba hacia el mar y la carrera terminaba próxima a la orilla de la playa, donde se producía la bendición de las aguas. En las inmediaciones donde se inicia el auto sacramental había un pozo de agua. Estos dos elementos, el abastecimiento de agua para los campos y sus gentes, así como el cambio en la orientación de la carrera y la continuación de la procesión, puede ser significativo a la hora de hacer una lectura simbólica de este acto religioso.
LA PROCESIÓN DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN
En primer plano, altar para depositar a la Virgen durante la procesión.
Tras escuchar misa parte la comitiva de la iglesia llevando la imagen de la Virgen del Mar. Es portada a hombros por cuatro marineros que, vestidos a la usanza, se dirigen hacía el Huertecico. Poco antes de llegar al recinto hacen una parada en una pequeña mesa a forma de altar, preparado para ese fin. Allí depositan la imagen durante un tiempo en el que se rezan varias oraciones en una especie de estación de penitencia. El interior del Huertecico se interpreta como el espacio donde estaba depositado el Santo Sepulcro, de ahí que se realice una parada previa a su llegada, a forma de reflexión iniciática.
Precediendo a la Virgen, cuatro actuantes representan a San Juan y las Tres Marías. San Juan viste a la forma hebrea, mientras que las mujeres asemejan en sus vestiduras a las "tapadas" moriscas, con un claro paralelismos a las también llamadas "tapadas" mojaqueras. Totalmente enlutadas, ocultan el rostro y se sitúan siempre tras la figura masculina, a la que siguen en su recorrido. En este sentido, los personajes femeninos han desarrollado una característica diferente a la que sería la propia, ya que en la Pasión de los evangelios, nada se dice de que las mujeres tuvieran que ocultar su rostro. La subyugación de las Tres Marías a la figura masculina de San Juan es patente en todo el acto religioso, tanto en los momentos de la preparación del evento (el vecino que hace de San Juan es el que las elige), como en el recorrido de la procesión. Las connotaciones que vinculan algunos rasgos de la procesión con el recuerdo en la memoria colectiva del pasado arábigo-andaluz de la población se hacen evidentes.
Las tres mujeres tapadas dan vueltas en torno al Huertecico siguiendo a San Juan.
Procesión: La Virgen, aún con manto negro, se dirige al encuentro con su Hijo.
EL RITUAL
La Virgen, San Juan y las Tres Marías se dirigen al huerto en el que estaba enterrado Jesús, pues según se relata en las Sagradas Escrituras, habían sido informadas de que el Nazareno había resucitado. En la escenificación, una de las tres mujeres se adelanta con intención de entrar en el recinto, pero los judíos que custodian la entrada les impiden el paso, cruzando enérgicamente sus lanzas ante ella. Vuelve desolada al grupo, y dirigiéndose a la Virgen exclama, refiriéndose a Jesús:
- "María, no está". Lo intenta la segunda mujer, con los mismos resultados. Otra vez regresa anunciando: -"María, no está. Pero lo encontrarás". La tercera repite el mismo recorrido de sus anteriores emisarias. Esta vez vuelve corriendo para informarle: - "¡María corre, que en el Huerto está!"
Entonces, el grupo compuesto por San Juan, las Tres Marías y los marineros llevando a la Virgen se dirige a paso acelerado hasta el huerto. Todos empiezan a dar vueltas en torno al Huertecico. Los marineros elevan a la Virgen sobre las paredes vegetales para que ésta pueda ver dónde se encuentra su hijo, ya que los judíos siguen impidiéndole la entrada.
La Virgen busca a su hijo por encima de los muros del huerto seguida por San Juan y las Tres Marías.
Momento en el que los marineros elevan e inclinan a la Virgen sobre las paredes del Huertecico.
Cuando por fin lo ve, los marineros sitúan la imagen delante de la entrada y empujando con fuerza hacia el interior, consiguen con su impulso vencer la resistencia de la guardia judía. La imagen de María penetra en la estancia del sepulcro y consigue "abrazar" a Jesús. Ese es el momento en el que se produce "el encuentro". Allí, dentro del huerto, una persona se encarga de quitar rápidamente el manto negro de la Virgen. Dicho manto ha sido preparado en el momento de vestir la imagen para que pueda desprenderse con facilidad, apenas dando un tirón de él. Sin embargo, tiene que estar lo suficientemente seguro para que no pueda caerse por el peso durante el recorrido. Su forma de colocar sujeciones y alfileres es fundamental.
Sucede entonces la parte más singular de todo el acto. Cuando se produce el encuentro entre María y su hijo, los marineros que la llevan emprenden una veloz carrera en dirección contraria a Jesús, seguidos a toda velocidad por San Juan y las Tres Marías. Los judíos, portando a hombros la imagen de Jesús siguen a la Virgen, a San Juan y a las Tres Marías. La intención de los judíos es alcanzar a la Virgen, antes de llegar a un punto determinado de la calle. Se trata de una carrera en la que se establece un reto entre judíos y marineros: los primeros deben "atrapar" a los segundos, que a su vez, intentan por todos los medios, no ser "capturados" por los hebreos. En el momento en el que se inicia la persecución, las tres muchachas se desprenden del velo negro, dejando al descubierto su rostro; la gente irrumpe en fervorosos y entusiastas aplausos.
La Virgen, San Juan y las Tres Marías inician la carrera entre los aplausos del público
Los judíos, con la imagen de Jesús, persiguen al grupo de la Virgen.
Otras versiones explican esta singular acción diciendo que los dos grupos tratan de llegar los primeros hasta un punto concreto del recorrido. Pocas veces lo consigue el de los judíos, dada la ventaja que tienen sobre ellos el formado por los marineros. Judíos y marineros terminan parando al final de la calle. Desde allí inician una nueva etapa de la procesión, esta vez a un ritmo sosegado, que sigue recorriendo las calles del pueblo hasta llegar al inicio del Paseo Marítimo. En esta fase, aunque la imagen de Jesús es la última que emprende la carrera, es la del Resucitado la que encabeza y preside el nuevo recorrido invirtiéndose el orden, siendo seguido por la Virgen del Mar y la comitiva de ésta.
Terminada la carrera, Jesús preside la procesión seguido de la Virgen.
Desde el momento en que la Virgen consigue forzar la entrada al lugar custodiado por los judíos, los acontecimientos transcurren a un ritmo vertiginoso. Apenas dos o tres minutos duran ambas carreras. El carácter solemne y de duelo con que se había iniciado la procesión cambia radicalmente. Comienza la celebración del triunfo de Jesús sobre la muerte. La alegría se manifiesta en las Tres Marías (Ahora "destapadas") y en el atuendo dorado de la Virgen, que ya ha abandonado su luctuosa capa negra tras el encuentro con su Hijo.
Es curioso cómo se produce el cambio en el orden de las divinidades procesionadas. Si durante la marcha es la Virgen la que se sitúa en primer lugar, esta pasará a segundo plano siguiendo a su hijo. Entendiendo que la efemérides conmemora la resurrección de Cristo, es lógico que este cambio se produzca. Sin embargo, cabe señalar como en todo momento el elemento masculino ejerce su preponderancia sobre el femenino. En este sentido, la simbología no hace concesiones.
Jesús, seguido de María recorre el paseo marítimo para bendecir las aguas.
Los judíos inclinan a Jesús para la bendición de las aguas.
Llegados al Paseo Marítimo se produce otro acto digno de mención. Los portadores de ambas imágenes levantan y asoman a Jesús y María al mar, inclinándolos sobre él. Es el momento interpretado como "la bendición del mar" o "de las aguas". Es reverencia y homenaje al medio que les proporciona los recursos para la subsistencia a los pescadores.
Durante todo el recorrido, la procesión es acompañada por una banda de música y el lanzamiento de cohetes. En la actualidad, el auto sacramental del Huertecico de la Virgen de Cabo de Gata, aunque tiene en los vecinos del barrio a sus más entusiastas defensores, corre el riesgo de desaparecer. La ausencia de voluntarios para intervenir como actores forma parte del problema. Hay que añadir la falta de protección del evento por parte de las autoridades, tanto religiosas como las encargadas de la política cultural de la zona.
|