Noche de difuntos:

Ensayo para comprender un rito

Por Milagros Soler

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    origen del mito

A l A lo largo de su la Historia, el hombre ha dependido de la caza, la pesca y la agricultura para la subsistencia. Por esta razón, los cambios estacionales fueron sacralizados, asociándose a conmemoraciones rituales. Sus celebraciones cumplían varios objetivos, entre ellos servir como elementos de cohesión y socialización entre los miembros de la comunidad que participaba en ellos. Actuaban como recursos psicológicos  contra el miedo   hacia fenómenos naturales no explicados que les eran desconocidos. No les  inquietaba ignorar como se producían los rayos en las tormentas, ya que Zeus se encargaba de regir los efectos que este causaba. A través de las ofrendas controlaban al dios; a través del dios, el fenómeno.

Stonehenge. Monumento megalítico y calendario ritual

Para muchos antropólogos, todas las sociedades pueden explicarse, de alguna manera,  a través de sus mitos y de sus ritos de culto.

Revestidos de actuaciones lúdicas  o luctuosas,  dentro del ámbito público o privado, éstas se nos muestran revestidas de aspectos mágicos (religiosos para el creyente) en los que se imbrican múltiples aspectos simbólicos que conforman las distintas tradiciones que estructuran sus cosmogonías.

           

  1.-El árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, transmitido a Occidente  desde la Mesopotamia prehistórica (judaísmo).  2. "Árbol" como ideograma de la Cruz.

Entre los más ancestrales encontramos el culto al árbol (fecundidad de la tierra), que en el cristianismo fue transmutado al símbolo de la cruz. Lo vemos vinculado a los meses de primavera, en los que la vegetación adquiere su máxima expresión.

 Desde el inconsciente colectivo, representa el ciclo de nacimiento-muerte-resurrección. Como ejemplo en la cultura occidental católica, podemos citar las jornadas que se viven durante la  Semana Santa y el llamado “Día de la Cruz”.

En los ritos de Semana Santa,  el gran tótem ancestral  representado por la cruz ( abstracción también de los cuatro puntos cardinales y por consiguiente del Todo universal),  sostiene en sus brazos la vida y la muerte del grupo celebrante, representado en la figura de Cristo, con cuyo sacrificio, pasión y muerte se identifican. Se llega,  en algunos casos, al mimetismo absoluto con el tótem, a través de los aspectos fomales que adoptan las “promesas” de sus devotos.

La celebración tiene un carácter público y colectivo de carácter luctuoso.

 La “Fiesta de la Cruz” conmemora también la llegada de la primavera, pero en este caso, desde una actitud privada y lúdica. En Andalucía, los patios se adornan con macetas y altares, así como con ajuares de prestigio, honrando al gran espíritu representado en el árbol-cruz. Este ciclo que se inicia en primavera tendrá su culminación en los ritos de invierno. En los de primavera, aunque la idea de la muerte está presente, se nos muestra como paso previo a la resurrección, siendo este el verdadero objeto de las celebraciones. Su paralelismo con la fiesta de la diosa Ceres en Roma es evidente.

 Los ritos de invierno, por el contrario, no plantean la exaltación de la renovación del ciclo vital y metafísico del  item colectivo, sino que el protagonismo lo asumen ya los hombres, como  entes mortales,  en su tránsito al Mas Allá.

      

Dos formas diferentes en los ritos de Primavera: 1.-Semana Santa ( Sevilla) y -Fiesta de la Cruz  (Granada)

Nos cuenta el antropólogo J.G.Frazer en su obra “La Rama dorada” que en Australia Central, la tribu de los Dieri consideran que al morir, el alma de sus mayores anima la vida de los árboles y les ofrecen comida en altares de piedra. En muchos lugares de Filipinas se cree  que las almas de los antepasados están contenidas en algunos árboles  y que el susurro de las hojas movidas por el viento, es la voz de los difuntos. Nunca pasan  por sus proximidades son pedir permiso o disculpas por perturbar la paz de su descanso.

En Corea las almas de las gentes que mueren en los caminos, de epidemias  o las mujeres que mueren de un mal parto, van a morar a los árboles. China recoge la tradición de sembrar  árboles sobre las tumbas, para fortalecer las almas de los fallecidos. En las islas Nias se piensa que cuando un árbol se corta, libera el alma de un muerto que, automáticamente se transforma en demonio. La silueta del ciprés , interpretada como una flecha espiritual  que parte de la tierra hacia el cielo es un perfil habitual asociada al paisaje de nuestros cementerios.

La asociación "árbol - primavera - vida" está estrechamente vinculada a la de "árbol - invierno - muerte".

Se cierra con esta similitud el círculo simbólico del mito.

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  origen del mito

En Europa, el ritual de la consagración de la primavera y el otoño adoptará distintos aspectos. Los griegos y los romanos también se hicieron eco de estas tradiciones, que desde el Mediterráneo se fusionarán con las de los pueblos   que ellos llamaron "galos" (celtas).

En Roma los espíritus de los difuntos podían ser favorables (manes), malignos (larvae) y neutros (lemures).Se les ofrecía leche, miel y harina. Rendían culto a varias deidades, entre ellas Pomona diosa de las frutas y los árboles. El último día de estas  "Feralia" se hacía un sacrificio a la diosa  Mania Tácita ("La Silenciosa"), Señora de la Muerte. En estas fechas se enterraban manzanas en el suelo para propiciar su fecundidad y se encendían velas para conducir a los difuntos

En algunas localidades españolas aún podemos detectar la tradición de este ofrenda en la costumbre de cocinar "gachas", comida preparada a base de agua, leche, harina y miel. En otras, por el contrarío, han pasado a constituir un "tabú", ya que  si se tiene la osadía de cocinarlas en esas fechas, será la mano del difunto la que acudirá a moverlas

Los celtas por su parte, preparaban con la ayuda de sus druidas, el camino de Samhain o Caballero de la Muerte.

El término "Samhain" tiene su origen en el gaélico "Sanhuinn" y significa literalmente "Final del Verano", momento en el que se recogía la tercera cosecha. Marcaba el inicio del Año Celta. También podría entenderse como "Festival de los Muertos", "Festival de Tara"o "ALL HOLLOWS EVE"

Creían que esa noche el mundo de los muertos y el de los vivos rompían sus fronteras. Los difuntos del último año regresaban  a visitar a sus parientes  y trataban de poseer  cuerpos vivos para llevárselos a ultra-tumba.

Pan del Muerto, tradicional en el Día de Difuntos ( México)

Se encendían grandes hogueras para ayudar a los muertos a encontrar el camino de regreso y para que los vivos pudieran reconocer mejor los fantasmas de sus antepasados. Algunas fuentes romanas aseguran que, en ocasiones, hacían sacrificios humanos para ahuyentar  a brujas, demonios y malos espíritus. También se disfrazaban de espíritus, con pieles de animales o simulando formas de árboles y plantas.

 

Con la llegada del cristianismo, la iglesia emergente, ante la imposibilidad de erradicar estos ritos paganos, asignó el día 1 de Septiembre como festividad de Todos los Santos. En Alemania, las tradiciones germanas le darán el nombre de "Noche de Walpurgis". La psicología del mundo medieval y el periodo barroco terminaron de dar forma en nuestro país a la festividad que conmemoramos estos días, consolidándose prácticamente el aspecto que conocemos actualmente durante el siglo XIX (Romanticismo).

La visita a los cementerios, la representación de obras teatrales de didáctica moral como "Don Juan Tenorio" serán las manifestaciones sociales colectivas que han llegado hasta nuestro tiempo. El mundo anglosajón generó un sincretismo uniendo el catolicismo a las legendarias tradiciones celtas, llegando a conformar lo que hoy conocemos como Fiesta de Halloween, contracción del término "All Hallow´s Even" o Vigilia de Todos los Santos.

Parece ser que fueron los irlandeses que llegaron a Estados Unidos los que dieron el aspecto moderno con el que hoy conocemos la noche de difuntos.

Elaboración de las gachas (España).

Ellos aportaron leyendas como la del ingenioso y borracho Jack ("Jack´s lanterns"), que engaño varias veces al demonio. Cuando murió, no pudo entrar al cielo por haber sido un bebedor mentiroso en su vida. Tampoco pudo entrar al infierno, por haber engañado al diablo. Quedó condenado a vagar eternamente con un tizón encendido que  le arrojó el diablo cuando lo arrojó del Infierno y que él introdujo en un nabo que se iba comiendo,  para que el viento no lo apagara. En el Nuevo Mundo, se adoptará la calabaza para guardar el tizón de Jack, por ser esta, en su forma, más fácil de vaciar y guardarlo en su interior.

El orígen del "Trick or Treat" ("Dulce o travesura", o también "Truco o Trato") se sitúa en Inglaterra durante los siglos XVI y XVII.  Cuando el rey Jaime I y su Parlamento iban a ser víctimas de un atentado, Guy Fawkes descubrió la conspiración. Esto dio lugar a una fiesta caricaturesca  en las que grupos de protestantes, disfrazados con máscaras, visitaban las casas de los católicos exigiendo comida y cerveza con la frase de "Trick of Treat". El "Día de Guy Fawkes" llegó a Estados Unidos también con los primeros colonos y se vinculará definitivamente a la festividad de Halloween.

Muchas de las tradiciones españolas de la Fiesta de Todos los Santos están relacionadas con estas reminiscencias paganas y ancestrales: los panellest catalanes, las “mariposas” de aceite, las queimadas y las castañas gallegas…

De todas ellas podemos hablar mientras esperamos la Navidad, otra celebración fundamental para comprender y explicar los ciclos mágicos con los que el Hombre se interpreta a sí mismo a través de su cosmogonía.


 

William Bouguereau, 1859 "Día de Difuntos"