14 DE ABRIL: CONMEMORACIÓN DE LA II REPÚBLICA ESPAÑOLA
"Una añoranza de Progreso"
por M.Soler
El 13 de
Abril de 1.931, en Eibar ondeó por primera vez la bandera tricolor de la Segunda
República española. Al día siguiente, las capitales más importantes del país,
como Madrid y Barcelona, siguieron su ejemplo.
Apenas superada la crisis económica mundial del año 29, en una Europa que se
debatía entre los nuevos idearios revolucionarios y una aristocracia que se
resistía a renunciar a sus privilegios, el pueblo español
decidió su propio Destino.
Tras unas elecciones municipales en las que el caciquismo dio el triunfo en las
urnas a los grupos monárquicos, las clases populares accedieron al poder
saliendo a la calle de manera espontánea, imponiéndose a unos resultados que no
reflejaban el sentir general de las fuerzas políticas del momento, ni la realidad
social que vivía el país.
Desde
la más absoluta legalidad, dado que Alfonso XIII se exilió voluntariamente, la
instauración de la Segunda República española fue un hecho aceptado como
legítimo por la Comunidad Internacional de Naciones.
La resistencia de la Iglesia , la nobleza y parte del ejercito a ceder en sus
posiciones hegemónicas, desencadenó un enfrentamiento militar entre un grupo de
sublevados que, con Francisco Franco al frente, ayudado por las
dictaduras imperantes en ese momento (Hitler en Alemania y Mussolini en Italia),
terminaron por derrocar las aspiraciones de Progreso de los españoles. Las
Brigadas Internacionales apenas pudieron contrarrestar el efecto de la poderosa
máquina militar fascista. Se terminará instaurando una durísima dictadura, no
reconocida por la O.N.U (Organismo internacional surgido tras la Segunda Guerra
Mundial) que culminará con la vuelta de la monarquía borbónica.
Tras la muerte
del dictador, la llamada "transición" a la democracia fue pactada por
todos los sectores políticos del momento, imponiéndose y aceptándose una
complicidad de silencio que actuó como elemento disuasorio sobre las legítimas
aspiraciones de los ciudadanos, a constituir un nuevo proyecto de Estado desde la
idea de una Tercera República.
Julio Anguita será uno de los primeros que, una vez entendido que había
terminado el plazo acordado, iniciará una serie de conferencias y declaraciones
en la prensa, sobre la necesidad de la modernización de las instituciones
políticas de la nación.
En la actualidad, manifestar la identificación con ideas republicanas entre los
españoles, tiene todavía connotaciones que asocian a sus defensores con
“incendiarios de iglesias”, “alteradores del orden”,"pistoleros" etc. Esto es
consecuencia y resultado de la divulgación de ideas tendenciosas y sectarias,
difundidas por el aparato de propaganda del régimen franquista y el desinterés
de las autoridades por desmentir una tradición histórica que nada tiene que ver
con lo que verdaderamente sucedió. La idea de "república" ha sido criminalizada
de tal forma, que desear su advenimiento viene a significar tener que pasar por
un proceso tan traumático como el que se protagonizó en el pasado.
· Conviene
recordar que países de Sudamérica o africanos, de duras y represivas dictaduras,
son republicanos.
· Países que son tomados como ejemplo de libertad y democracia como Francia,
Italia, Estados Unidos, son también republicanos.
La República, como forma de gobierno, no es otra cosa que la evolución hacia
formas institucionales de gobierno, que han superado el anacronismo de la fase
monárquica, en la que los reyes son entendidos como elegidos por Dios para
dirigir los destinos del pueblo. Es una fórmula que prescinde y niega el llamado
"derecho de sangre" que otorga privilegios especiales a las clases
aristocráticas por el mero hecho de serlo, así como la herencia incuestionable del poder.
Estos conceptos tan simples, que desvinculan la idea de república con la de tragedia histórica y social, son rechazados sistemáticamente en las reflexiones políticas de la mayoría de los españoles.
Ante eso, cabe
decir que mientras tengamos recelo o miedo ¿por qué no decirlo?, a declararnos
republicanos, a aceptar esa posibilidad política desde un proyecto de futuro y
de progreso, puede que estén sucediendo dos cosas: Que no hayamos
superado los fantasmas del pasado o que el sistema político en el que vivimos
esté limitando nuestras formas de expresión.
De ser así, la necesidad de avanzar en nuestro desarrollo político y personal
resultaría imprescindible, en la lucha por la conquista de nuestros espacios de
libertad.
Publicado en "Ad Liberalia" "IdealDigital".es -14.04.2006-
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