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LA CATEDRAL DE JAÉN (O DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA)
Artículo: Milagros Soler Cervantes ©
1.- HISTORIA Y ORÍGENES
Como sucede en la mayoría de los
casos en tierras conquistadas a los árabes, la catedral de Jaén se levanta sobre el lugar en el que se
ub
En solemne procesión, el obispo de Córdoba Gutierre purificó el sitio, consagrándolo al culto de la Ascensión de María Santísima en el año 1246, según podemos leer en Memorias para la vida del santo rey Don Fernando III de Andrés Marcos Burriel (1719-1761). Fernando III la erigió en catedral cuando la sede episcopal de Baeza se trasladó a Jaén (1249). El culto cristiano introduce modificaciones en el edificio, produciendo un giro de 90º del altar mayor con respecto a la antigua quibla musulmana.
Las últimas incursiones árabes que se
produjeron en 1368 por parte del rey de Granada, aliado co
Nicolás de Biedma terminó con la herencia medieval del primer edificio que la cristiandad jiennense dedicó al culto de la Asunción de María. Entendió que tanto física como psicológicamente se hacía necesaria una nueva construcción acorde con los tiempos y con la identidad bien definida de los nuevos y definitivos conquistadores. Legó todos sus bienes personales para que se continuara la obra. Sin embargo, a su muerte esta quedaría paralizada.
La catedral de Jaén es una de las obras cumbre del Renacimiento en Andalucía. Fue concebida bajo la advocación de la Asunción de la Virgen María y después como santuario para albergar la reliquia del Santo Rostro. Esta Verónica, como era conocida, fue traída seguramente por el prelado Nicolás de Biedma durante el tiempo que ocupó la sede catedralicia (siglo XIV). La catedral está considerada como una de las aportaciones más importantes de la arquitectura catedralicia del mundo moderno, habiendo sido tomada como ejemplo y referencia para las construcciones de la catedral de México, Jalisco, Puebla de los Ángeles, La Habana, entre otras.
Al-hamar el Rojo y Fernándo III el Santo. Representación en un mosaico de la toma de Arjona.
2.- OBISPOS, ARQUITECTOS Y FASES DE CONSTRUCCIÓN
OBISPOS Nicolás de Biedma inicia la construcción de una nueva iglesia de estilo gótico dotada de cinco naves y cubierta de madera. Resultó de pobre manufactura y espacio restringido al edificarse donde estuviera situada la mezquita aljama, ubicada en una esquina de la muralla árabe del sureste. Casi un siglo más tarde (1494), el obispo Luís Osorio tuvo que ordenar demoler el edificio debido al mal estado del crucero y la capilla mayor. Se encargó de las obras el maestro cantero Pedro López.
Alzado de la Catedral y momia de Alonso Suárez de Sauce, el obispo insepulto.
Su sucesor, el obispo Alonso Suárez del Sauce reanudó la tarea en el año 1500 abordando la construcción del Presbisterio y continuando la Capilla Mayor en estilo gótico, que se terminó en el año 1519. Financió la sillería, concebida bajo la influencia del estilo de Berruguete. Dejará dispuesto, y así se hizo, ser enterrado en la nueva Capilla Mayor, concebida en parte por él, para este fin. La remodelación de este recinto obligó al traslado de sus restos mortales a la Sacristía (1635). Sin embargo, una vez terminadas las obras, el Cabildo consideró que debía ser enterrado en el coro como el resto de los prelados, a lo que se negaron los herederos. El conflicto se resolvió ofreciendo la familia una donación anual, que el Cabildo ningún año aceptaba. Cuatrocientos ochenta y un años pasó el Obispo Alonso Suárez en un arca funeraria en el lado izquierdo de la Capilla Mayor. Conocido como el obispo insepulto, su cuerpo momificado fue enterrado finalmente en el sitio que él concibiera para su descanso mortal, el día 13 de Mayo de 2001. Sobre su tumba se lee la inscripción: Yace por fin inhumado. En 1525 el derrumbe del cimborrio determinó el momento para dar un impulso innovador al cuerpo del edificio. Será el espíritu renacentista del Cardenal Esteban Gabriel Merino, el que planteara un proyecto totalmente nuevo determinado por los signos de su tiempo. El estado lamentable de los pilares que sostenían la cúpula fue revisado bajo su estricto control. De gran influencia en el Vaticano y en la corte imperial de Carlos V, consiguió las ayudas necesarias para iniciar las obras. Patrocinó una suscripción para la construcción de un nuevo templo que dio lugar a la creación de una Cofradía de 20.000 hombres y 20.000 mujeres que financiaron con cuotas el proyecto. En 1540 y según los planos de Pedro de Vandelvira (padre de Andrés de Vandelvira) se iniciaron las reformas del cimborrio y la Capilla Mayor que dejara inconclusas el obispo Alonso Suárez. Los Papas Clemente VII y Julio III concedieron indulgencias a los que colaborasen en la construcción de la Catedral. El Cardenal Baltasar Moscoso y Sandoval fue obispo de Jaén desde el año 1619 hasta 1646. Sobrino del Duque de Lerma, valido de Felipe III, encargó a Juan de Aranda Salazar, arquitecto natural de Castillo de Locubín (1605- 1654) que ya había trabajado en las catedrales de Granada y Córdoba, fabricar a Dios un insigne Templo.
ARQUITECTOS
Andrés
de Vandelvira
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Enmarcando la fachada, dos torres semejantes entre sí culminan la espiritualidad del templo, dándole su identidad renacentista. Contrastan con la abigarrada horizontalidad de la fachada, concebida como hemos apuntado antes, a forma de retablo barroco. Arrancan de una planta cuadrangular y se elevan sin adornos hasta llegar al primer cuerpo. Se organiza en cinco niveles que van aumentando progresivamente en complejidad arquitectónica y decorativa. El primero, a nivel del suelo, hace gala de austeridad absoluta al igual que el segundo, que solo cuenta con un pequeño balcón cerrado con una sencilla baranda de hierro. En el tercero, coincidiendo con las nueve figuras de la fachada-retablo, se rodea de elementos ornamentales superpuestos en la fachada El siguiente nivel se corona por una balaustrada que rodea su perímetro. En cada una de sus cuatro fachadas tiene tres huecos con arcos de medio punto que permiten ver las campanas que se alojan en su interior. El quinto y último tiene planta octogonal rematado en cúpula semiesférica adornándose cada uno de sus lados con huecos de luz con arcos de medio punto. Sobre la cúpula podemos ver una cruz sobre esfera, en hierro forjado. Para muchos, las torres son la prueba del predominio de las ideas de Vandelvira a través de todos los siglos que duró su construcción. Iniciada por Eufrasio López de Roxas, se terminan a comienzos del siglo XIII bajo la dirección de Blas Antonio Delgado, discípulo del anterior y posteriormente con Miguel de Quesada.
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La planta principal de la catedral se inscribe en un rectángulo compartimentado en distintas estancias, entre las que se encuentran el altar mayor, el coro y la sacristía, el trascoro, la sala capitular, el sagrario, la capilla mayor y las capillas menores.
PLANO ÍNDICE

Plano de la Catedral y detalle numérico de estancias y capillas.
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NAVE CENTRAL
1.- Altar Mayor 2.- Coro y Sillería 3.- Trascoro 12.- Capilla Mayor
LADO DE LA EPÍSTOLA
4.- Capilla de Santo Domingo y Cristo de la Buena Muerte 5.- Capilla de San Sebastián y del Santísimo Sacramento 6.- Capilla de San Jerónimo 7.- Capilla de la Virgen de los Dolores y Santo Sepulcro. 8.- Capilla de la Virgen de las Angustias 9.- Capilla de Santa Teresa 10.-Capilla de San Benito 11.-Capilla de Santiago y Virgen del Pilar y Santos Óleos
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LADO DEL EVANGELIO
13.- Capilla de San Fernando y Nuestro Padre Jesús 14.- Capilla de San Eufrasio 15.- Capilla de la Inmaculada y San Amador 16.- Capilla del Niño Jesús 17.- Capilla de San Miguel y de la Virgen del Alcázar 18.- Capilla de San Pedro Pascual y Virgen de la Cabeza 19.- Capilla del Cristo del Refugio y Virgen de la Correa 20.- Capilla de San José 21.- Anti-sacristia 22.- Sacristía 23.- Sala Capitular 24.- Sagrario
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LA PLANTA es rectangular con dos torres adosadas y exento de girola. El interior del templo se estructura en tres naves diferenciadas por columnas de estilo corintio y fustes estriados con bastones a distintas alturas, muy al gusto de Vandelvira. De pilares cruciformes y arcos de medio punto, la separación entre las mismas libera espacios de luz que confieren, junto a las linternas de la cúpula, una iluminación adecuada y envolvente mejor resuelta que las de otras catedrales como las de Guadix o Granada. La cúpula se levanta sobre el crucero, con linterna apoyada en pechinas y tambor de 12 metros de diámetro.
Vista de la bóveda central desde el trascoro. Bóveda de pasillo lateral y central sustentadas por columnas.
Bóveda y órgano de la catedral.
Altar mayor y pila bautismal.
Bóveda central.
En las pechinas, relieves de San Miguel, Santiago, San Eufrasio y Santa Catalina.
EL ALTAR MAYOR se erige en el centro del presbiterio, bordeado por cuatro ángeles que guardan el tabernáculo, obra de Pedro Arnal. Los ángeles del Sagrario son esculturas de Juan Andan y Alfonso Giraldo, siendo los trabajos de bronce de Francisco Pecul y Felipe Atichacti (s. XVIII). Está levantado sobre tres gradas de jaspe granate, siguiendo la moda del estilo clasicista. La Custodia realizada por Juan Ruiz El Vandalino en plata, es una réplica de la original destruida durante la contienda civil de1936. Mide aproximadamente dos metros de altura con un peso de 110 kilos. Se erige sobre planta hexagonal de varios cuerpos, estando el primero sostenido por ángeles separados por columnas entre las que hay imágenes de apóstoles, y en niveles sucesivos, Abraham e Isaac, la Virgen María, San Juan y finalmente Cristo Resucitado.
EL CORO Y LA SILLERÍA. El coro lo comenzó a construir José Gallego y Oviedo, discípulo de Churriguera, en el año 1730 finalizándose en 1736. Sus dimensiones rompen la armonía del entorno renacentista, ya que es demasiado largo en proporción a su anchura. Es el lugar destinado a las oraciones y cánticos. La cúpula tiene a los cuatro evangelistas en sus pechinas y está decorada con ángeles cantores, que imprimen definitivamente el carácter del lugar que describimos. Bajo el suelo del Coro, tal y como puede verse en la fotografía, están enterrados muchos de los Obispos fallecidos durante su ministerio en el cabildo, así como otros canónigos destacados.
Sillería del coro.
LA SILLERÍA se inició durante el obispado de Alonso Suárez de la Fuente del Sauce (s. XVI) y está compuesto por sitiales, que pueden catalogarse por el tamaño de sus módulos como Sillería Alta y Sillería Baja. Tallados en madera de nogal, se distribuyen paralelas a tres paredes del recinto formando un rectángulo abierto por el lado que da al Altar Mayor. Está separada del crucero por una reja de hierro forjado. Se remata con una cornisa de piedra que hace mayor la unidad del conjunto, creando un cuerpo casi independiente en el interior de la catedral. Sobre la silla episcopal se esculpió el escudo de Andrés Cabrejas Molina, obispo con el que la obra quedó finalizada. Fue realizada por los tallistas López de Velasco, Jerónimo Quijano y Gutierre Gierero durante le siglo XVI.
En el año 1736 se amplió el número de sillas, encargadas a Miguel Arias y Julio Navarro, que las realizaron respetando el espíritu estético imperante en el conjunto, por lo que es difícil diferenciarlas del resto. Se observan dos estilos bien contrastados. Por una parte, el dirigido por José Gallego, de gusto flamenco que recrea escenas naturalistas y atribuido al entallador alemán Gutierre Gierero, y por otra el gusto por grutescos y decorados de carácter clasicista que se completan con los añadidos durante el siglo XVIII de influencia barroca.
Detalles de la sillería: Anunciación de María, Última cena y Crucifixión.
La Sillería Alta (69 asientos) o de los Canónigos está decorada con escenas del Nuevo Testamento y de los Evangelios Apócrifos. En el guardapolvo las imágenes corresponden al Antiguo Testamento; en sus respaldos se inscribe la vida de Cristo. Reserva al obispo un lugar distinguido en la parte superior. Cabe destacar la silla de prelado Suárez, obra de Jerónimo Quijano según algunos especialistas, o de Juan López de Velasco, según otros.
La Sillería Baja (53 asientos) muestra pasajes de vidas y milagros de santos. El llamado Bando de los Caballeros narra la infancia de la Virgen María y en su guardapolvo, motivos de la Creación y era el lugar destinado a las autoridades de la ciudad o Cabildo Municipal.
El órgano, inserto en estructura barroca, es obra de José García y de Manuel López (1870) habiendo también participado en su consolidación Fernando Medina. El que hay actualmente se construyó tras la guerra civil española, siendo el tercero en haber ocupado ese lugar. Fue sometido a mejoras en el año 1880.
Francisco Guerrero (1528-1599), figura inminente de la música religiosa del Renacimiento en nuestro país, fue nombrado Maestro de Capilla de la catedral cuando solo contaba diecisiete años de edad. Es recordado como uno de los polifonistas más destacados, estando en el cargo desde 1545 a 1548. En el Museo Catedralicio se guardan algunas de sus obras, así como otros libros corales y partituras de los músicos que trabajaron en el Coro.
EL TRASCORO está situado frente a la puerta principal de la catedral. Fue realizado según diseño de de José Gallego y Oviedo Portal (1791). Ha sido interpretado como un relicario en miniatura. Está construido con distintos mármoles que forman juegos de geométricos siguiendo líneas horizontales y verticales. Entre ellos tenemos mármol de Cabra (rojo), de Jabalcuz (negro) y de Carrara (blanco). En su altar vemos un cuadro de la Sagrada Familia del pintor valenciano Mariano Salvador Maella, insertado en un nicho con arco de medio punto hecho con mármol negro de Jabalcuz y rojo de Cabra. Es conocido popularmente como La Virgen de Belén o el cuadro de las tijeras y data del año 1793.


TRASCORO
Cuadro de La Sagrada Familia pintado por Mariano Salvador Maella.
A cada uno de los lados del altar sobre el que se ubica el cuadro, recogidas en hornacinas están las imágenes de Santo Toribio de Asturias y San Lorenzo. Ocupando un segundo nivel por el canon de su tamaño están las esculturas de San José y Santa Bárbara a la derecha y las de Santa Catalina y la Inmaculada a la izquierda. Sobre el dintel que corre por encima del cuadro, cuatro ángeles en oración nos señalan la omnipresencia de Dios, representado en el triángulo rodeado de rayos de luz, en el que se inscriben en letras hebreas el nombre de Jahvé, aludiendo al Misterio de la Santísima Trinidad materializado en la Natividad de Jesús y en la Sagrada Familia representada. Los atributos que portan permiten identificar a dos de ellos con San Miguel y San Rafael.
El cuadro de Maella, hecho bajo las directrices de la escuela academicista en la que destacó este pintor, muestra una escena en la que San José tiene a su hijo en brazos, mientras la Virgen sentada, permanece atenta, tal vez insegura por no ser ella la que guarde en su regazo al pequeño. Parece estar pidiendo a San José que le devuelva al Santo Infante, temerosa de que algo pueda ocurrirle. También vemos a San Juan Bautista siendo niño, con su pequeño cordero e indicando la inscripción que aparece sobre el conjunto de las figuras, en la que puede leerse Et erat subditus illis (Y era obediente a sus padres. Lucas, 2.51). El cuadro ejemplifica la obediencia a la voluntad de Dios, del que José y María aparece como el más claro ejemplo al aceptar la Anunciación del Ángel. También lo viene a significar el elogio a la sumisión de Jesús a sus Mayores.
En el Trascoro, frente a la Puerta del Perdón es donde suele producirse en ocasiones la ceremonia de besapiés de Nuestro Padre Jesús Nazareno, El Abuelo. Es, de alguna manera, el principio de un recorrido iniciático por el Templo, que comienza con la aceptación del Misterio de la Santísima Trinidad y el sometimiento incondicional a los designios del Creador.
LA SACRISTÍA Situada en el Lado del Evangelio, resulta sobrecogedora la fuerza que consigue Andrés de Vandelvira desde el purismo manierista de los órdenes renacentistas. Se localiza en la fachada Sur de la Catedral.


SACRISTÍA.
Levantada sobre dieciséis columnas, es una de las obras más importantes del Renacimiento andaluz.
Detalle del retablo.
Sobre planta rectangular (12x22 m.) distribuye dieciséis columnas y techo con bóveda de medio cañón, decorado con motivos geométricos de cuadrados y círculos. Las columnas y los arcos de medio punto dan aspecto solemne a un recinto cuya función era la de vestirse con la ropa litúrgica el Obispo y los celebrantes de los Santos Oficios. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que estamos ante una de las obras más importantes del Renacimiento en Andalucía.
Tiene su acceso desde la Antisacristía (25 x 14 m.), en la que podemos ver un escudo del obispo que inició estas obras , Diego de Talavera . Se terminó de construir en 1556. La arquería sostenida por columnas se remata con un friso que permite descansar otros tres arcos en la pared en la que se coloca el retablo. En la antisacristía se guarda una reproducción de la Custodia, obra de Juan Ruiz, "El Vandalino". El retablo-relicario es obra de Alonso de Mena. Tiene a sus lados pinturas que representan a Evangelistas y Santos. También están representados, entre otros, Jesucristo, la Virgen María y María Magdalena.
LA SALA CAPITULAR o Capilla de San Pedro de Osma. Es también obra de Andrés de Vandelvira (1556). De planta rectangular (14 x 7 m.) y bóveda de cañón, tiene frente a su entrada el retablo de Pedro Machuca (s. XVI) que fue discípulo de Miguel Ángel. Su decoración, como en el caso de la Sacristía es de círculos y rectángulos característicos del Renacimiento. Pedro Machuca llegó a España desde Italia en 1520, alojándose en la Alhambra de Granada. Fue en este año cuando realizó el retablo de Nuestra Señora de la Consolación con el entallador Juan López de Velasco.

Sala capitular diseñada por Andrés de Vandelvira y Machuca.
El retablo se divide en tres cuerpos verticales que a su vez se subdividen en otros tres siguiendo en este caso un trazo horizontal, componiendo un panel de 12 casillas. En los cruces de cada una de ellas se insertan medallones de santos. Para algunos investigadores, el retablo procede de la antigua catedral. Para otros, como A. Galera, sería encargado por el cabildo en el año 1546.
En el panel central del segundo nivel se representa San Pedro de Osma, de quien recibe el nombre la Sala, bordeado por San Pedro y San Pablo. En el plano superior central, la Virgen con el niño tiene a su lado a San Lucas y San Juan. En el cuerpo inferior, se muestran a varios Pontífices. Sobre el retablo y ocupando el arco de medio punto sobre el que se corona, una imagen de la verónica muestra un paño en el que puede verse el Santo Rostro.
De planta rectangular y estilo neoclásico, fue diseñada por el madrileño Ventura Rodríguez, director de la Academia de Bellas Artes de San Fernando en el año 1761, aunque tras su muerte, fue terminada por Manuel Martín Rodríguez, sobrino del arquitecto. Se iniciaron las obras hacía 1764 . Sus constructores tuvieron que enfrentarse a las dificultad que planteaba el desnivel del suelo, modificado por el terremoto de Lisboa que se produjo en 1755 y que supuso también una remodelación urbanística en la Calle Campana y los edificios próximos de la zona. Además, surgieron problemas entre Ventura y el Cabildo, que trabajaba sobre el proyecto desde Valladolid. Se localiza en la fachada Norte de la Catedral de la Asunción Fue inaugurada en el año 1801, consagrándose el 22 de Marzo de ese mismo año.
La capilla se ordenó edificar con el propósito de permitir a los fieles la adoración del Sagrario, que se guarda en ella. Se concibió distribuida en tres ámbitos: La Sacristía, en cuyo altar se guardaba la Santa Forma, la Iglesia y el Pórtico. Su fachada se compone de dos pisos. El bajo permite acceder a la cripta y el otro a las estancias principales. La puerta está franqueada por dos columnas de orden corintio, que marcan la identidad de la portada. Sobre la puerta se localiza un vano adintelado con arco, a manera de frontón situado bajo la balaustrada del segundo nivel del edificio.
Inscrita en su perímetro se
encuentra la iglesia, de planta oval desde la que se
desciende a la cripta, con la que comparte planta, aunque con
menor complejidad ornamental. La cripta se ilumina por una
ventana de medio punto y contiene el cuadro Cristo Expirante,
del pintor
Jacinto Higueras.
Sobre la balaustrada se situaron varias esculturas distribuidas por sus diferentes fachadas representando distintas alegorías, santos y figuras bíblicas. Sobre la puerta principal encontramos a San Miguel venciendo al demonio, a San Pedro y a San Pablo. Son obra de escultor Miguel Verdiguier. En la que limita con la calle Campanas tenemos la Caridad, La Inocencia, la Sabiduría y la Gracia. En la que da a la Plaza de San Francisco están David, Sansón, Isaac y Melquisedec, también del mismo artista.
Antes de finalizar su construcción ya fue utilizada para realizar enterramientos. Según nos informa la revista digital Yayyan, puede que se tratara de vecinos de la parroquia de Santa María. Durante la Guerra Civil española (1936) siguió utilizándose como lugar de sepultura para los caídos del bando franquista, como fue el caso del obispo Manuel Basulto (en proceso de beatificación en 2006) y otros compañeros y mártires. En 1940 fueron desalojados de la cripta.
En su interior, la cúpula con forma elíptica permite la entrada de la luz a través de ventanas también elipsoidales, engarzadas a través de arcos de medio punto. En la parte superior del altar, entre los intercolumnios, se abren varios balcones terminados en arco y techo abovedado, cerrados con balaustrada de mármol. El Altar Mayor preside, desde sus elegantes proporciones, todo el conjunto. En él se encuentra una pintura de Mariano Salvador Maella representando la Asunción de la Virgen. En sus altares laterales vemos la Crucifixión de Cristo y el martirio de San Pedro Pascual, pintados por Zacarías González Velázquez.
El conjunto catedralicio en el que se incluye esta iglesia fue declarado Monumento Histórico Nacional (Bien de Interés Cultural) el mes de Junio de 1931. En la actualidad, ha presentado su candidatura para ser considerado por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad.

LAS CAPILLAS
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Las diecisiete capillas se distribuyen por todo el perímetro interior de la sala, ocupando incluso la cabecera, ya que el Altar Mayor (1) se concibió como un espacio aislado entre la Sacristía (22) y el Sagrario (24). La cubierta está resuelta con bóveda de cañón adornada con medallones.
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La Capilla Mayor (12) se empezó a construir con el Obispo Alonso Suárez (s. XVI) siguiendo las pautas del estilo gótico, pero tuvo que ser reconstruida por el arquitecto Juan de Aranda tras el derrumbe del cimborrio en el año 1525. En ella se guarda la reliquia del Santo Rostro enmarcada en una pieza de orfebrería cordobesa. Nos cuenta la tradición que es uno de los tres lienzos que utilizó la Verónica para secar el rostro de Cristo en su camino al Calvario y que fue traída a Jaén por el Obispo Nicolás de Biedma, que la obtuvo del Papa Gregorio XI.




IMAGEN DE LA SANTA
FAZ
Detrás de la tabla pintada por Sebastián Martínez que protege el relicario, en varias cajas fuertes insertas uno dentro de otra y con varias llaves cada una, se guarda el Paño de la Santa Faz, contenida en una urna de oro y plata que también se abre con dos llaves. Sobre esta recámara se halla una hornacina con la Virgen de la Antigua, imagen que según la leyenda fue donada por Fernando III tras la conquista de la ciudad y que era la llevaba consigo para que presidiera las ceremonias religiosas que precedían a sus batallas.
Datada en el siglo XIII y de factura gótica, hay quien afirma que llegaría más tarde a la catedral.
Al pie del retablo, San Pedro y San Pablo custodian la reliquia y brindan su protección a la Virgen de la Antigua, que alimenta al Santo Niño. El retablo se distribuye en tres niveles con los órdenes dórico, jónico y corintio y es obra de los hermanos Francisco y Sebastián Solís. El marco de orfebrería que guarda el Santo Rostro ha tenido modificaciones y restauraciones a lo largo del tiempo, como podemos ver en la comparación de algunas fotografías.LAS CAPILLAS MENORES
Iniciando nuestro recorrido por el Lado de la Epístola, partiendo de la puerta principal de acceso, nos encontramos con la Capilla de Santo Domingo y Cristo de la Buena Muerte (4), que contiene una talla que da nombre a ese espacio, obra de Jacinto Higueras , así como una pintura de Pancorbo correspondiente a Santo Domingo de Guzmán. La Capilla de San Sebastián y del Santísimo Sacramento (5), la Capilla de San Jerónimo (6) y la Capilla de la Virgen de los Dolores y Santo sepulcro (7) completan este primer bloque.
Vera Imago Salvatoris en la Capilla de San Benito.
Se relaciona con la leyenda de la mesa de Salomón y el Grial.
Foto cedida por Miguel Ángel Narváez.
La Capilla de San Sebastián tiene un retablo plateresco con una escultura de San Juan Nepomuceno. La Capilla de San Jerónimo contenía un relieve de Mariano Benlliure que ha sido trasladado al Museo de la Catedral. La Capilla de la Virgen de los Dolores fue decorada por Francisco Pancorbo y representa el Descendimiento de Cristo, la Transfixión de la Virgen con figuras de Evangelistas y Profetas. Hay una representación de Cristo en el sepulcro. Adosadas ya al muro de la Sacristía (22) tenemos la Capilla de las Virgen de las Angustias (8), Capilla de Santa Teresa (9) y la Capilla de San Benito (10).

Capilla de San Benito y Jesús Nazareno, El Abuelo.
La Capilla de la Virgen de las Angustias estaba en su origen destinada a San Pedro Pascual. En ella fue enterrado el Obispo Fray Jerónimo de Valderas (1669-1671). La talla de la Virgen de las Angustias es obra de José Mora. La Capilla de Santa Teresa, también de diseño barroco, cuenta con las imágenes de San Juan Bautista y la de San Roque.
En la Capilla de San Benito yacen los restos
mortales del Obispo Fray Benito Marín (1750-1769). En su retablo
barroco aparece la imagen del
santo que da nombre a esta sala. Es de especial interés un pequeño cuadro del rostro
de cristo (Vero Imago Salvatoris) que ha entrado a formar parte de
la leyenda de la Mesa de Salomón y del Santo Grial. Según ésta, el
rey Abgaro de Mesenia escribió una carta a Jesús pidiéndole que acudiera
a su país para curarle una enfermedad. Cristo respondió que no
podría hacerlo hasta haber cumplido su misión en este mundo pero,
mientras tanto, le enviaba una pintura de su rostro para que obrara
el milagro, lo que efectivamente sucedió. Este pequeño icono recoge
ese episodio de uno de los retratos del Salvador, semejantes al
recogido en el paño Verónica.![]()
Lápida sepulcral en el suelo frente al altar de la capilla de San Benito.
En el muro del testero, a la derecha de la Capilla Mayor (12) está la Capilla de Santiago y la Virgen del Pilar y Santos Óleos (11); a su izquierda la Capilla de San Fernando y Nuestro Padre Jesús (13).
La Capilla de Santiago Apóstol, con retablo también de Manuel López, guarda las esculturas de San Judas Tadeo, San Ambrosio, San Andrés y Santo Tomás de Villanueva, además de un lienzo de la Virgen del Pilar con las esculturas de Santo Tomás de Villanueva, San Ambrosio y San Judas Tadeo.
La Capilla de San Fernando y Nuestro Padre Jesús contiene una imagen de la Virgen de la Cabeza, Patrona de Andújar (Jaén) y que protagoniza una de las romerías más famosas de la provincia. El retablo es obra de Manuel López y enmarca la pintura atribuida a Valdés Leal de San Fernando vestido de rey. En esta capilla se encuentra la imagen de Nuestro Padre Jesús datada en el siglo XVI, que procesiona en Semana Santa y es conocido popularmente con el nombre de El Abuelo. Algunos historiadores el arte la atribuyen al escultor Salvador de Solis por los paralelismos que presenta con otra imagen (Cristo del Calvario) guardada en la iglesia de San Juan.
Según la leyenda, un anciano pidió asilo en el lugar que hoy se conoce como la Casería de Jesús localizada en las afueras de la ciudad. Viendo que en la puerta de la casa había un tronco de árbol al que nadie parecía prestarle atención, pidió permiso a los dueños para hacer con él la imagen de Cristo. Al misterioso visitante no volvieron a verlo. En el centro de la estancia en la que se había alojado encontraron la talla de Jesús Nazareno, que pronto se hizo famosa por sus milagros y pasó a ser conocida como El Abuelo en recuerdo y homenaje a su desconocido autor. Por sus benéficas intervenciones en momentos de epidemias y sequías se le ha considerado protector de la ciudad.
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Capilla de San Fernando y Virgen de la Cabeza.
Lindando con el muro de la Sala Capitular (24) tenemos la Capilla de San Eufrasio (14) , que recoge el conjunto escultórico realizado por Juan Adán y Miguel de Verdiguier. Su retablo es neoclásico y guarda la urna con el cuerpo de San Pío Mártir, donada por el Papa Pío VII al obispo Rubín de Ceballos (1780-1793), también enterrado en este recinto.
En la Capilla de la Inmaculada y San Amador (15) tiene la sepultura del obispo Manuel María González Sánchez con un retablo de la Inmaculada en el centro. San Amador nació en Martos (Jaén), ciudad de la que actualmente es Patrón con el título honorífico de Alcalde Perpetuo. Sufrió martirio en la Córdoba musulmana. Cuenta la leyenda que lo decapitaron y que su cabeza, arrojada al Guadalquivir, bajaba por sus aguas predicando.
La Capilla del Niño Jesús (16) con el Santo Infante en el centro acoge los restos mortales de Salvador Castellote y Pinazo, canónigo de la catedral de Valencia y obispo sucesivamente de Mallorca y de Jaén, orador y filósofo. Se adorna con un cuadro de la Circuncisión del pintor madrileño y director de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, Zacarías González de Velázquez (1763-1834).
La Capilla de San Miguel y la Virgen del Alcázar (17) es sin duda una de las mas elegantes del Templo. Un medallón de grandes dimensiones representando a de San Miguel como vencedor de Satanás. Se rodea de pequeñas esculturas de querubines al más puro gusto barroco. La pintura es obra de Francisco Pancorbo. También contiene un pequeño receptáculo en el que se guarda la imagen de la Virgen del Alcázar, patrona del pueblo jiennense de Baeza. La Virgen sostiene al Niño en sus brazos, rodeada de pequeños ángeles, erigiéndose sobre una media luna de plata.
Capilla de San Miguel con la Virgen del Alcázar.
En la Capilla de San Pedro Pascual y la Virgen de la Cabeza (18) merece destacar la pintura de José Carazo.
La Capilla del Cristo del Refugio y la Virgen de la Correa (19) nos muestra la imagen emotiva de la Virgen, sosteniendo entre sus manos la corona de espinas a los pies de su hijo crucificado.
Cruzando entre la puerta principal y el trascoro, iniciamos el recorrido por el lado de la epístola desde la Capilla de San José,(20) en cuyo centro del retablo se localiza su imagen y sobre ella la de su hijo Jesús, crucificado. Hay también otras tallas policromas de Evangelistas y varias pinturas de santos.
Capilla de San José con el grupo escultórico El Descendimiento, Cristo Crucificado y un tablón de ex votos.
Para ayudar a financiar la construcción de la Catedral de la Asunción de Jaén, Papas promulgaron bulas pontificias. Consiste una bula (del latín, "bulla"que significa objeto redondo) en un documento sellado que trata sobre algún tema, civil o religiso, en el que se conciertan acuerdos contractuales de beneficios.
Bula Salvatoris Domini.
El Papa Clemente VII (1523-1534) promulgó, bajo la solicitud del obispo de Jaén, Esteban Gabriel Merino, una bula que concedía indulgencia y absolución a la hermandad o cofradía que instituyera este prelado de 20.000 hombres y 20.000 mujeres honestas que contribuyeran con la limosna de un real de plata así como a todos los fieles que visitaran y confesaran en Viernes Santo o día de la Asunción, además de contribuir a su reedificación, favor que se concedía porque La catedral de Jaén padece gran detrimento en su fábrica y edificio y aun en muchas partes amenaza ruina.
Bula Desiderantes.
Promulgada por Julio II (1553) a petición del obispo de Jaén Pedro Ladrón de Guevara, por la que otorga nuevos privilegios y mantiene los anteriores a la de Clemente VII (Bula Salvatoris Domini). Se conserva en el Archivo de la catedral.
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LEYENDA DE SAN EUFRASIO Y EL SANTO ROSTRO DE JAÉN (Transcripción)
San Eufrasio,
Obispo y Mártir. Según cuentan las “Actas” (documentos del s.VIII,
legendarios, pero con un fondo histórico), los apóstoles Pedro y Pablo enviaron
siete varones a evangelizar España. Estos varones crearon diversas diócesis en
la Provincia Bética de la época romana, a la que pertenecía Jaén. Uno de esos
varones es San Eufrasio que estableció su sede en Iliturgis (Andújar -según
otros, Mengíbar). Sus reliquias se veneran en Santa María de
Mao (Lugo). Fue declarado Patrón de la Diócesis de Jaén a comienzos del siglo
XVII. Una leyenda exagerada que se cuenta de San Eufrasio narra que el santo
Obispo fue volando a Roma para persuadir al Papa que estaba siendo tentado por
una joven doncella que resultó ser el demonio. Agradecido el Santo Padre por
verse librado de las garras de Satán, concedió a San Eufrasio el regalo que
quisiera. Éste le pidió la Santa Faz de Cristo, lo que explicaría el origen tan
antiguo del Santo Rostro en las tierras del Santo Reino.
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MUSEO
(Transcripción)
El museo se halla situado en la que fuera bóveda panteón de los
canónigos y prebendados de la Catedral, bajo el piso de la sala
capitular y de la sacristía. Aprovechando su distribución
tripartita se habilitaron tres salas de exposición de los
tesoros artísticos de la Catedral y de otras iglesias de la
diócesis.
La pintura es el capítulo mejor representado
en cuanto a la cantidad, alcanzando en algunos casos cotas de
calidad sobresaliente, gracias sobre todo a Sebastián Martínez.
Los cuadros están fechados entre finales del Siglo XV y el Siglo
XIX, aunque el período con mayor número de obras es el Barroco.
La escultura, al contrario que la pintura, es más pródiga en
obras renacentistas que barrocas, en general de gran calidad y,
en algunos casos, de gran interés para la historia del arte
español, como el Cristo del Corpus, obra del primer cuarto del
Siglo XVI, atribuida a Jacopo Florentino, por unos, y a Jerónimo
Quijano, por otros; el San Lorenzo sobre las parrillas, de claro
manierismo, evocador del arte de Berruguete, es la pieza cumbre
de los años finales del Siglo XVI; y la alta barroca tiene su
mejor muestra en un San Juan de la Cruz, de tamaño natural y
excelente policromía, en la línea de las grandes esculturas de
santo de Cano y sus seguidores.
El museo tiene una
gran representación, en calidad y cantidad, de las denominadas
injustamente artes menores, con obras realizadas en alabastro,
coral, bronce, forja y orfebrería, entre los que se pueden
destacar un retablito de madera y alabastro renacentista con el
tema de la Crucifixión, un Descendimiento de alabastro inspirado
en diseños flamencos manieristas, el Relicario de Santa Cecilia,
de madera de ébano con incrustaciones de bronce, de influencia
italiana, o el Tenebrario y Hachero, de hierro repujado y dorado
del maestro Bartolomé.
Entremos en el templo por una de las dos puertas laterales de la achada principal. (La central no se abre más que en las grandes solemnidades o cuando el viento sopla con furia como el día de Navidad de 1821). Lo primero que vemos es el trascoro, que rompe absolutamente el estilo de la Catedral. Fue diseñado en 1791 por José Gallego, y está dedicado a la Sagrada Familia, según lienzo de Maella. En los laterales, imágenes de Santo Toribio de Asturias y San Lorenzo. Delante de las pilastras, imágenes en mármol blanco, de Santa Catalina, de la Inmaculada, de San José y de Santa Lucía. Debajo de la cornisa, alegorías de la Virgen; sobre ella un medallón en cuyo centro hay un triángulo con el nombre de Dios escrito, en letras de oro, en hebreo.
Comencemos el recorrido de las capillas
iniciándolo por la nave de la izquierda según hemos entrado:![]()
El museo se halla situado bajo el piso de la sala capitular y de la sacristía. Aprovechando su distribución tripartita se habilitaron tres salas de exposición de los tesoros artísticos de la Catedral y de otras iglesias de la diócesis.
Las pinturas están fechadas entre finales del siglo XV y el siglo XIX, aunque el período con mayor número de obras es el Barroco.
En escultura sobresalen más obras renacentistas que barrocas.
También destacan las llamadas "obras menores". Obras realizadas en alabastro, coral, bronce, forja y orfebrería, entre los que se pueden destacar un retablito de madera y alabastro renacentista con el tema de la Crucifixión, un Descendimiento de alabastro inspirado en diseños flamencos manieristas, el Relicario de Santa Cecilia [2], de madera de ébano con incrustaciones de bronce, de influencia italiana, o el Tenebrario [3] y Hachero, de hierro repujado y dorado del maestro Bartolomé.
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Han colaborado en la elaboración de este documento Carmen Soler (fotografías y texto) y Miguel Ángel Narváez (imágenes y documentos). Mi más sincera gratitud por su ayuda.
Granada, 3 de Febrero de 2008
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INFORMACIÓN GENERAL SOBRELA CATEDRAL DE LA ASUNCIÓN (JAÉN)
Visita a la catedral de Jaén (diocesisjaen.es)
La Catedral de la Asunción de la Virgen (Aytojaen.es)
Web de la Catedral de Jaén (iglesiajaen.com)
Alzado imaginario de la Catedral de Jaén (documento)
Andrés de Vandelvira y sus tres estilos (dipualba.es)
Iconografía mariana en el coro catedralicio de Jaén (fuesp.com)
"El Arte Eucarístico: ¿un controvertido tema en el Jaén ilustrado? (realsociedadeconomicajaen.com)
BIBLIOGRAFÍA
Las pinturas murales de la Sacristía de la Catedral de Jaén y su restauración
La decoración del Sagrario de la Catedral de Jaén
6.- CURIOSIDADES Y LEYENDAS DE LA CATEDRAL DE JAÉN
INVENTARIO SOBRE LAS CAMPANAS DE LAS CATEDRALES DE ESPAÑA: Catedral de Jaén. (campaners.com)
LOS TEMPLARIOS EN LA CATEDRAL DE JAÉN
LAS CLAVES SECRETAS DEL CÓDIGO DA VINCI
LOS TEMPLARIOS Y LA MESA DE SALOMÓN. Entrevista a de Juan Eslava Galán
LA MESA DE SALOMÓN. Fragmento de lectura. De Juan Eslava Galán
EL OBISPO INSEPULTO
EL OBISPO INSEPULTO. Artículo de Javier Cruz
JAÉN, TIERRA DE MOMIAS. Artículo de Juan Eslava Galán
LEYENDAS
Los angelitos de la Virgen de la Angustias. Leyenda de la catedral de Jaén.(santorostro.com)
Nuestro Padre Jesús, El Abuelo. Leyenda de la Catedral de Jaén (santorostro.com)
Mensaje sobre los judios en la Catedral de Jaén. (iuventia.blogia.com)
NOTICIAS EN LA PRENSA SOBRE LA CATEDRAL DE JAÉN
Las placas de la Guerra Civil española -1936 - (Ideal Digital)
La Catedral de Jaén, Patrimonio de la Humanidad (elpais.com)
MULTIMEDIA
VIDEOS SOBRE LA CATEDRAL DE LA ASUNCIÓN (Jaén)
VARIOS
Jaén 48 horas: La Ruta Mágica (ujaen.es)
Manuel Jódar: Dibujando la catedral (manueljodar.es)
Presos en la Catedral de Jaén (santorsotro.com)
