Alhambra de Granada y los bosques que la rodean en la colina Asabika.
ATRIO DE LA ALHAMBRA -PROYECTO PUERTA NUEVA LA ANTÍTESIS DE LA ELEGANCIA SOSTENIBLE. Artículo: Milagros Soler Cervantes
Detalle del Jarrón de las Gacelas de la Alhambra
Según informaciones del Ayuntamiento de Granada dadas en el Pleno celebrado el 27 de febrero de 2015, el impopular proyecto denominado Puerta Nueva - Atrio de la Alhambra, realizado por el arquitecto portugués Álvaro Siza Vieira y en el que colabora el granadino Juan Domingo Santos, consiste en una intervención sobre el terreno de unos 15.000 metros cuadrados, con un coste mínimo estipulado en unos 45.000.000 de euros. El plazo de ejecución sería de cinco años y comenzaría las obras en 2016.
La edificación de Atrio causaría un irreversible impacto medioambiental en el entorno de la Alhambra.
Los artífices de tan magna empresa plantean como objetivo la reordenación de los accesos al recinto histórico mediante una serie de edificaciones asentadas sobre plataforma ajardinada en la que se levantarían los distintos módulos de ocupación. Sería una zona ubicada en las inmediaciones de la Alhambra dedicada a la recepción de turistas con servicios que incluiría otro auditorio más para la ciudad (el auditorio Manuel de Falla está a menos de 200 metros), tres plantas de aparcamiento subterráneo ampliable a cuatro, varios restaurantes, tiendas de souvenirs, guardería infantil, sala de proyecciones y otros locales todavía no muy bien definidos.
Fotografía aérea de la colina en la que se asienta la Alhambra.
Puede compararse las inmensas proporciones de la nueva obra en relación con el recinto medieval, Patrimonio de la Humanidad.
Superposición de proyecto Puerta Nueva sobre el terreno no urbanizado.
La vegetación actual sería sustituida por las terrazas de ladrillo. También se modificaría el equilibrio hidráulico de la zona.
Sobre el coste del proyecto todavía no ha quedado claro de dónde saldría el capital para financiarlo, ya que la opacidad del Patronato en este sentido ha sido total, omitiendo decir si está en situación de asumirlo, o por el contrario, tendría que recurrir a pedirlo a entidades públicas o privadas como sucedió en el caso del acondicionamiento para el acceso de discapacitados (financiado por convenio con la Obra Social de la Caixa, 89.000 €) o el de la edición de los folletos publicitarios o exposiciones pagados por Cervezas Alhambra, según informó Europa Press. Es cuestión de tiempo que otras marcas, prestigiosas o no, paguen su vinculación a la imagen de la Alhambra con el consiguiente beneficio pecuniario para el Patronato.
Beneficio del que queda exenta la ciudad y sus vecinos, verdaderos propietarios legítimos del monumento y que en otro tiempo disfrutaron de la entrada gratuita a sus jardines y palacios. El Patronato de la Alhambra y Generalife, tal y como reza en su página Web, es un Organismo Autónomo adscrito a la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, de la Junta de Andalucía, creado por decreto de 19 de Marzo de 1985. A partir de ese momento, los profesionales que han seguido la evolución de su política socio-cultural están de acuerdo en señalar su marcada política privatizadora y mercantilista, consentida por la Junta de Andalucía regida durante todo este periodo por el Partido Socialista Obrero Español. Para demostrarlo, ejemplos no faltan en los últimos tiempos.
Cartel de protesta contra el proyecto Atrio.
¿Qué sucedería si, para cubrir gastos, Macdonal le propusiera a María del Mar Villafranca poner una M gigante en la Torre de la Vela, como ya la tenemos en la carretera de Jaén, presidiendo la entrada a la ciudad? Aunque fuera sólo durante unos días, la imagen de la Alhambra y por ende, de Granada, se vería asociada a esa marca. En este sentido, las asociaciones culturales y políticas deberían tener más control administrativo sobre las gestiones que lleva a cabo el Patronato. Dicho Patronato, encargado de gestionar de forma autónoma el monumento, es el principal interesado en que se lleven a cabo las obras.
En su andadura hacia la construcción del Atrio de la Alhambra, esta entidad solamente cuenta con el apoyo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), actualmente al frente del gobierno de la Junta de Andalucía. Por su parte, el Consistorio granadino, regido por su rival político, el Partido Popular (P. P.), así como otras asociaciones de representación ciudadana, entre los que se encuentran Izquierda Unida (I. U.) y Unión, Progreso y Democracia (U. P. y D) junto a distintas agrupaciones culturales de la ciudad, se oponen frontal y contundentemente a que se realice la empresa.
Unión de distintos partidos políticos para impedir que el proyecto Puerta Nueva se realice.
Dado el baile de millones que se mueven en torno a este negocio inmobiliario, mucho nos tememos que su lucha por defender los principios que preconiza la U. N. E. S. C. O. (Convención sobre la protección del patrimonio mundial. Paris, 1972) y otros organismos internacionales (Carta internacional sobre la conservación y restauración de monumentos y sitios. Carta de Venecia 1964), esta actitud no va a dejar de ser una pose hueca, exenta de interés reivindicativo y luchador, que servirá para adornar, de forma oportunista, la imagen política de cada uno de ellos en un año de intensos juegos electorales.
Cabe preguntarnos qué intereses mueven a los responsables de administrar los bienes culturales a la hora de promocionar la idea de construir un edificio con las características de la llamada Puerta Nueva en la colina Asabika. Ni Nerón en sus más delirantes fantasías para la reconstrucción del Foro de Roma, ni la megalomanía de Hitler en la remodelación de Berlín con su Welthauptstadt Germania tienen comparación. Seguramente porque ellos no tenían como base de sus argumentos el vergonzante mercantilismo con el que se plantea hoy día este nuevo ladrillazo. Cuando los gestores de lo colectivo suscitan polémicas como la que ha provocado el empecinamiento de María del Mar Villafranca (con el beneplácito de Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía) en la realización del Atrio, alguien debería hacerle reflexionar sobre la necesidad de reconsiderar su postura, ordenar su cese inmediato o pedirle que por, coherencia con la oposición popular que ha suscitado, presente su muy justificada dimisión.
María del Mar Villafranca , presidenta del Patronato de la Alhambra presentando Atrio. Fuete:http://www.teinteresa.es/andalucia/granada/pabellon-Alhambra-liderado-Siza-arrancaran_0_1300670939.html
Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía en 2015 y militante del PSOE. Está de acuerdo con el proyecto.
Todos los técnicos especialistas en el tema, ajenos al negocio, están de acuerdo en afirmar la fragilidad de este entorno natural. Un conjunto arquitectónico como el que plantea Atrio, mayor en extensión que el palacio de Carlos V, causaría un fuerte impacto visual y medioambiental negativo de imprevisibles consecuencias. ¿Cómo es posible que a la hora de argumentar la modificación del entorno de la Alhambra, declarada Patrimonio de la Humanidad, se prioricen las necesidades del estómago de los turistas sobre la belleza y el equilibrio sostenible del paisaje? ¿Se ha considerado la irreversibilidad, tanto edafológica como arqueológica, que va a provocar en el suelo sobre el que se construya?
¿Han valorado el desajuste hidráulico que las cascadas de agua que propone Siza en sus terrazas provocarían en el ecosistema?¿Han realizado estudios sobre la repercusión que tendría la polución de los automóviles que acceden al aparcamiento en las piedras de murallas y palacios?¿Se ha valorado cómo incidirá el conjunto edificaciones en los bosques y jardines que rodean el monumento? No se trata sólo de una cuestión estética, aunque también. Seguramente la respuesta la obtendremos siguiendo el rastro que deja el dinero y la identidad de sus beneficiarios.
¿Cómo es posible que en vez de propiciar un recorrido iniciático para acceder a los palacios nazaríes a través de bosques, huertas y jardines medievales, se piense en crear un circuito (semejante a una cinta mecánica transportadora) que desde el autobús o el coche particular (aparcamiento de pago) conduzca directamente a la hamburguesería (restaurante) para dirigirse al lugar donde se pueden dejar a los niños (guardería)? Nada de propiciar los establecimientos de tapas y comidas en el Albaycín o en cualquier otro sitio de la ciudad que promocione la gastronomía local. Nada de potenciar que los niños participen con sus mayores en la visita a estancias mágicas descritas en los cuentos árabes. Mejor dejarlos al cuidado de terceros, seguramente entretenidos con personajes Disney digitalizados. ¿Esa es la sostenibilidad elegante, participativa y didáctica a la que nos invitan tan sesudos gestores?
Pero ¿ignoran estas consecuencias los dirigentes del Patronato, los arquitectos responsables de las obras o los políticos que apoyan el Proyecto Atrio? Lo dudo. No son tontos (del todo), ni ignorantes de los resultados que este tráfico de personas va a producir sobre la Alhambra. ¿A qué vienen mega-restaurantes, guarderías, tiendas de llaveros y postalitas o auditorios de escasa utilización en la legendaria montaña de la Fortaleza Roja? Para comprenderlo, de nuevo, hay que seguir la huella que de los euro-dólares. ¿Qué corporaciones están detrás de esta empresa? Esa puede ser la clave para comprender tan disparatado asunto.
Los defensores del proyecto esgrimen como razones para justificar la gigantesca estructura la tan reiterada y demagógica coletilla de la creación de puestos de trabajo, sin mencionar sibilinamente quienes será los verdaderos beneficiarios de tan lucrativos negocios. Si verdaderamente el Patronato no viviera de espaldas de la ciudad de Granada manifestaría mayor preocupación por repartir las ganancias económicas que proporciona la Alhambra con todos los granadinos, herederos incuestionables de este legado histórico. Resulta igualmente preocupante que algunos miembros de la Universidad de Granada, incentivados por acuerdos bilaterales con el Patronato para realizar excavaciones, se hayan unido a este descabalado grupo de mercaderes.
Cuando la tendencia internacional es la de crear entornos naturales que realcen la belleza o pongan el valor la importancia histórica de los monumentos, en Granada el Patronato, el Partido Socialista Obrero Español y algunos sectores de la Universidad, quieren convertir a la Alhambra en una especie de parque temático, tipo Tierra Mítica/ Port Aventura, rodeada de máquinas expendedoras de refrescos y puestos de patatas fritas. Con tan destructivo proyecto, algunos de los promotores ganarían su puesto en la historia pretendiendo emular la realización que Pedro Machuca llevó a cabo con la edificación del palacio de Carlos V. Eso sí, en su parte más negativa y criticada: la destrucción de algunos pabellones palaciegos nazaríes.
Terra Mítica (Benidorm, Alicante). Reconstrucción de un templo griego al lado de las atracciones. Ejemplo comparable con el resultado estético de Puerta Nueva junto a la Alhambra.
Imaginemos lo pasaría si una idea semejante se hubiera planteado materializarla en los jardines franceses de Versalles, en los bosques bávaros del castillo de Neuschwanstein, en las inmediaciones del Foro de Roma o en algún lugar de la inconmensurable Plaza Roja de Moscú. Por muy laureado que fuera el arquitecto que diseñara el faraónico albergue, le hubieran invitado a que, en aras del sentido funcional y práctico del que hace gala el proyecto, lo ubicara en otro sitio. Por seguir siendo eficaces, al lado de una gasolinera, por ejemplo. En lo que se refiere a Álvaro Siza, su edificio para alojar el Centro Gallego de Arte Contemporáneo en Santiago de Compostela situado junto al monasterio de Santo Domingo de Benava no es precisamente una buena muestra de mimetismo paisajístico. De forma menos vanguardista abordó la reconstrucción del incendiado barrio lisboeta de El Chiado, en su Portugal natal.
En Granada, ciudad en la que sería maravilloso contar con alguna obra de tan famosísimo arquitecto, todavía estamos a tiempo de evitar que la Alhambra sea el sitio elegido, por los resultados catastróficos que eso supondría. A pesar de los sentimientos y el empeño personal que Siza ha puesto en el proyecto, hay que reconocer que en este caso, y pensando en su ubicación, hasta los grandes maestros se equivocan. Poner como ejemplo estético la polémica pirámide de cristal del Museo del Louvre no sirve de mucho. Nadie puede negar que destroza la contemplación unitaria del conjunto de fachadas que delimitan la gran plaza palatina.
Jardines de Versalles, cerca de París (Francia). Construir un Atrio de Versalles sería considerado algo demencial.
Castillo de Neuschwanstein en Baviera. Nadie concebiría un mega aparcamiento en sus bosques periféricos.
Centro Gallego de Arte Contemporáneo en Santiago de Compostela del arquitecto Álvaro Siza. Fuente: http://www.galicia.info/centro-gallego-de-arte-contemporaacuteneo.html
El edificio ha sido muy criticado por su falta de sincronía con el entorno en el que se ubica.
Centro Gallego de Arte Contemporáneo en Santiago de Compostela del arquitecto Álvaro Siza. Fuente: http://www.galicia.info/centro-gallego-de-arte-contemporaacuteneo.html
Otra cuestión que deberíamos someter a valoración es lo qué pasará con aquellos restos arqueológicos que presumiblemente saldrán a la luz durante la ejecución de las obras. Seguramente se actuaría con la misma metodología de la prisa y la estrategia de conservación que en el caso del (ya destruido) yacimiento romano-visigodo de Los Mondragones. Es decir, se cubrirá con angulosas macroestructuras tipo Mercadona. No faltará quien diga que el sacrificio servirá para generar empleo y activar la economía del barrio, utilizando una vez más el mismo argumento que se usa cuando grandes corporaciones quieren apropiarse y explotar importantes valores públicos.
Cuando lo racional y sensato es controlar el tráfico de personas en monumentos especialmente sensibles a la masificación, en el de Puerta Nueva - Atrio de la Alhambra se adopta la solución contraria, creando una especie de zona de ocio con restaurantes y otros servicios de dudosa utilidad. Todo eso, a la sombra del prestigio que emana el monumento. ¿Qué explicaciones piensan dar para justificar que el calificativo de sostenible es aplicable al proyecto? ¿Impedirán la venta de tabaco? ¿Pondrán papeleras que permitan el reciclado de la basura que se genere la afluencia de gente? ¿Prohibirán el acceso a los jóvenes que vayan allí a tomarse sus litronas?
Cuenta una leyenda de Granada que Boabdil lloró amargamente cuando abandonó la Alhambra. Si eso llegó a suceder, bien pudiera haber sido motivado por la visión premonitoria del Proyecto Atrio. La reina Isabel por su parte, ejerciendo de muy católica majestad, hubiera mandado a Gonzalo de Córdoba para que evitara, con todos los medios a su alcance, que se realizara tal desaguisado. Y el pueblo de Granada, moros, judíos y cristianos, la hubieran apoyado.
El suspiro del moro, cuadro del pintor Francisco Pradilla. Representa al rey Boabdil contemplando por última vez la Alhambra.
Granada, 19 de marzo de 2015 |