Cuando la
revista francesa “Vu” publicó por primera vez la
fotografía atribuida a Robert Capa que hoy conocemos por el
título “Muerte de un miliciano” (“Falling soldier”) ,
quienes la hacían estaban muy lejos de sospechar que setenta años después seguiría viva la controversia sobre lo
que significó y lo que representa esa imagen.
El inicio
de la polémica se produjo con el descubrimiento que hizo
Piero Barengo Gardin sobre la disposición de las imágenes en
las copias originales, cuya secuencia entraba en
contradicción con la versión dada sobre la historia que
contaban. Luego,
sobrevino todo lo demás.
Piero Barengo Gardin,
fotógrafo.
Publica en
1.971 (1972, según otros autores) en “Fotografía italiana”
la secuencia completa tal y como aparecen en la tira de
contactos de Capa. En ella queda establecido el orden
cronológico en el que fueron tomadas las fotos. Sería el
siguiente:
Primer
miliciano (DG-1), segundo miliciano (DG-2), grupo de la
trinchera (DG-3).
DG-1 DG-2
DG-3
DG-1, 2 y 3: Secuencia de las fotografías,
tal y como aparecen en los contactos atribuidos a Robert
Capa.
Después
de ser abatidos y uno de ellos muerto (DG-1), parecen
disfrutar de buena salud fúsil en alto, saludando entre sus
compañeros desde la trinchera (DG-3).
* SEGÚN P. B. GARDIN, EN LA
SECUENCIA PRIMERO SE PRODUCIRÍA LA MUERTE Y
LUEGO EL SALUDO. CREE QUE SE TRATA DE UNA
ESCENIFICACIÓN. |
O´Dowd
Gallagher,
fotógrafo.
Periodista
del “London Daily Express”. Tras el descubrimiento de Piero
Barengo, unos años mas tarde (1974) en una entrevista con
Phillip Knightley, le confiesa:
"Durante varios días no había habido mucha acción y Capa y
otros se quejaron a los oficiales republicanos porque no
podían tomar fotos. Al final [...] un oficial republicano
les dijo que movilizaría un destacamento hasta unas
trincheras cercanas para que simularan una serie de de
maniobras con el objetivo de que las fotografiaran”.
“yo
y Capa le dijimos a la autoridad que lamentábamos no poder
obtener aquellas fotos que los diarios esperaban de
nosotros. Entonces la autoridad organizó un simulacro de
ataque y nosotros obtuvimos las fotos que queríamos”.
Según
Gallagher, esta conversación se produjo cuando él y Robert
Capa abandonaban España y tuvieron que compartir habitación
en un hotel al sur de Francia. Posteriormente rectificó
diciendo a Jorge Lewinsky (autor del libro “The camera at
Ward” ) que ese episodio se produjo estando con las tropas
nacionales.
*
SEGÚN GALLAGHER, CAPA LE
CONFIESA QUE LA FOTO SE HIZO EN UN SIMULACRO DE
MANIOBRAS |
Phillip
Knightley,
fotógrafo.
Autor del libro”The First Casualty”.
Es
informado por Gallagher de que las fotos de Capa se hicieron
durante unas maniobras ficticias, según le confesó Robert
Capa. Pone en duda la secuencia fotográfica observando que
en la serie de Cerro Muriano hay dos imágenes tomadas con el
mismo encuadre, desde una misma posición y con poco
intervalo de tiempo entre ellas: la del miliciano muerto
(DG-1) y la del miliciano herido (DG-2). La superposición de
fotografías realizada por Luca Pagni (2002) parece ratificar
su tesis (DG-4).
Se basa en
las informaciones facilitadas por Philip Gaskell,
bibliotecario del Trinity College (Cambridge) publicadas en
una revista de estudios de periodismo (1981) en al que
realiza una comparación de las fotografías aparecidas den
“Vu” (DG-1 Y DG-2), llegando a la conclusión de que están
tomadas en el mismo lugar.
La
coincidencia de dos fotos de soldados abatidos casi
simultáneamente, en el mismo sitio y captados por una cámara
de rodillo lento (Leica III) en un intervalo de tan pocos
minutos, era algo prácticamente imposible.
Califica a
Endré Ernó Friedmann (verdaderdo nombre de Robert Capa) de
mentiroso compulsivo, apoyándose en su propia experiencia y
en la opinión de Christopher Ricks, profesor de
inglés de la Universidad de Bostón y supervisor de la
biografía de Capa escrita por Richard Whelan. Cita como
ejemplo la muerte de Gerda Taro, a la que declaraba como a
su legítima esposa sin serlo. Cuando ésta murió aplastada
por un tanque en Brunete (Madrid), dijo que estuvo a su lado
durante los días que duró su durísima agonía en un hospital
madrileño, lo que es absolutamente incierto, ya que la
fotógrafa alemana estuvo sola las horas que precedieron a su
fallecimiento. Parece ser que Capa se enteró de la noticia
por el periódico cuando estaba en su dentista.
Mentía
también a las revistas para las que trabajaba, como ocurrió
con “Life” a la que aseguró que estaba cubriendo las
noticias de las tropas en el río Segre cuando en realidad
participaba de una fiesta con Hemingway y Malraux.
Sigue
diciendo que es muy posible que hiciera el envío de esas
fotos anodinas de bromas en las trincheras antes de
abandonar la guerra española. Estas serían manipuladas por
la revista francesa, a tenor de lo sucedido el día 5 de
septiembre en el frente de Sierra Morena (Córdoba), dándole
el matiz dramático que lo encumbraron a la popularidad,
convirtiéndolo en el fotógrafo de moda. Puede decirse que
esa foto cambió la suerte y la economía de un joven
ambicioso para el que la mentira era una forma más de salir
adelante.
*
SEGÚN PHILLIP KNIGHTLEY,
LA FOTOGRAFÍA ES UNA
PUESTA EN ESCENA POR UN MENTIROSO COMPULSIVO,
QUE PUDO ACEPTAR LA MANIPULACIÓN DE LAS MISMAS
POR PARTE DE LA REVISTA “VU” A CAMBIO DE
FAMA Y DINERO. |
Hansel
Mieth, fotógrafa.
Trabajó en
la década de los años treinta en la revista “Life”. Escribe
una carta con fecha 19 de marzo de 1982 en la que relata
como Capa le contó:
“No se
disparaba. Todos estaban contentos un poco locos correteando
ladera abajo ¡Y justo en el momento que el fotógrafo oprimía
el disparador de la cámara, llegó la inesperada bala que
realmente segó la vida del miliciano”
Según
Hansel , Friedmann se sintió culpable de la muerte del
soldado , razón por la que en su primera versión trató de
ocultar los verdaderos hechos. No fue como dijo en un
principio, en pleno enfrentamiento entre los dos bandos,
sino en una especie de salida campestre en unas maniobras
informales. Esta es la razón que le da a Hansel Mieth el
artista húngaro, que se hacía pasar por ciudadano americano.
Hansel
Mieth propiciará la película de “Los héroes nunca mueren”
(Suevia Films, 2006) en la que el miliciano en cuestión,
identificado por Mario Brotons como Federico Borell, muere…
¡pero abatido detrás de un árbol!
*
SEGÚN HANSEL MIETH,
CAPA LE DIJO QUE MINTIÓ SOBRE LA PRIMERA
VERSIÓN DE CÓMO SE HIZO LA FOTO. LE CONFIESA QUE
NO FUE EN COMBATE, SINO POR UN INCIDENTE EN UN
DÍA DE CORRERÍAS LÚDICAS, PERO CON RESULTADO DE
MUERTE. ACEPTA QUE MINTIÓ LA PRIMERA VEZ Y QUE
REALMENTE NO HUBO BATALLA. MANTIENE LA MUERTE
DEL MILICIANO.
|
Luca
Pagni , investigador y fotógrafo.
Es, desde
nuestro punto de vista, el investigador que ha realizado el
mayor esfuerzo documental por explicar y aclarar las
circunstancias de la fotografía “Muerte de un miliciano”. En
su página Web (Fotographesrs.it) recoge gran cantidad de
bibliografía y reseñas de todo aquello que se va publicando
sobre el tema en diferentes medios de comunicación.
Pretende
demostrar que Endré E. Friedmann alias Robert Capa, no captó
la imagen del momento en que muere un miliciano, sino que se
trata de una escenificación en la que el propio Capa es el
protagonista.
Muestra
como prueba la superposición de las fotografías del rostro
del miliciano muerto (DG-1) y con la que aparece Robert Capa
con Gerda Taro (Dg-11). Podemos ver el ejemplo en la imagen
DG-5. Coincide con la versión dada en 1891 por Philip
Gaskell , becario y bibliotecario del Trinity Collage de
Cambridge, en la que una comparación de las nubes y la luz
permiten afirmar que estamos ante una imagen posada llevada
a cabo con apenas unos minutos de diferencia.
Su
preocupación porque la verdad salga a la luz le ha llevado a
contactar con distintas administraciones, tanto españolas
como extranjeras, aportando y solicitando datos para
subsanar los errores que se pudieran ir produciendo. Asegura
que las tesis de de Mario Brotons, Richard Whelan y Robert
L. Franks no tienen ninguna consistencia, aportando datos
contrastables para apoyar su afirmación.
De
izquierda a derecha: Miliciano fig.1 en DG-3. Retrato de
Robert Capa. Detalle del rostro del miliciano en “Falling
Soldier”(DG-1)
* LUCA PAGNI REALIZA UNA
SUPERPOSICIÓN (DG-5) ENTRE LAS FOTOGRAFIAS DG-1
y DG-11 Y DEMUESTRA QUE EL MILICIANO DE LA
IMAGEN DG-1 NO ES UN SOLDADO EN EL MOMENTO DE SU
MUERTE, SINO EL PROPIO CAPA. RATIFICA LA TEORÍA
DEL POSADO Y NIEGA QUE FRIEDMANN SEA EL AUTOR DE
LA FOTOS DG-1 y DG-3 |
Richard
Whelan.
TODO ES CIERTO, MENOS LA EVIDENCIA
Biógrafo
de Endré E.Friedmann y conservador del archivo oficial del
“International Center of Photofraphy” de Nueva York. Asegura
que la fotografía relata un suceso verídico, reflejando el
momento en el que el miliciano es alcanzado por una bala. No
entra en el debate de las aportaciones que hacen los
detractores. Recoge las aportaciones de Robert L. Franks y
Mario Brotons para afirmar que las fotografías son
auténticas y que realmente recogen el momento de la muerte
del miliciano.
Estando el
debate sobre la autenticidad de la foto en su punto más
álgido, Mario Brotons cree descubrir la identidad del
soldado desconocido. Se trataría de Federico Antonio
Borrell García, nacido en Alcoy, militante desde muy joven
en la Confederación Nacional del Trabajo (C. N .T.). Llega
al frente de Córdoba días antes de producirse su muerte.
Brotons es otro alcoyano que luchó también en las filas
republicanas.
Robert L.
Franks, jefe de detectives del departamento de Homicidios en
Menphis, sin aportar más pruebas que su opinión (que
nosotros sepamos) como profesional criminalista, afirma que
según la posición de los dedos de la mano izquierda, el
miliciano estaba muerto en el momento de hacerse la foto. Se
basa en los principios del “human reflex response”.
* RICHARD WHELAN
NO ENTRA A REBATIR LOS
ARGUMENTOS DE LOS DETRACTORES. AFIRMA QUE LAS
FOTOS SON AUTÉNTICAS. SE APOYA EN
DESCUBRIMIENTOS COMO LOS DE ROBERT L. FRANKS Y
MARIO BROTONS
|
Mario
Brotons Jordá, ex combatiente en Cerro Muriano.
Autor del
libro “Retazo de una época en inquietudes”,
entra en la controversia cuando afirma que conoce la
identidad del miliciano fotografiado por Capa, anónimo hasta
entonces. La historia comienza cuando un historiador de
Alcoy llamado Ricardo Baño Jordá le muestra la
famosa foto de “Folling soldier”. Reconoce en ella a un
compañero de armas llamado Federico Borrell García, apodado
“Taino”.Mario Brotons tenía 14 años cuando escapó de su casa
para ir a luchar contra los golpistas. Estuvo combatiendo en
Cerro Muriano el 5 de septiembre de 1936, día en el que Capa
dijo haber hecho sus fotos.
Afirma que
lo puso en la pista el tipo del correaje y las cartucheras
que llevaba “Taino”, fabricadas exclusivamente para la
Columna Alcoyana por un artesano de la región. Puesto en
contacto con Evaristo, el hermano del presunto fallecido en
la foto y que también estuvo en el frente de Córdoba a pocos
kilómetros de donde se produjeron los hechos, éste parece no
desmentirle esa posibilidad pero tampoco confirma la
identidad de forma determinante.
* MARIO BROTONS
EN LA FOTO “MUERTE DE UN
MILICIANO” (DG-1) DICE RECONOCER LA IDENTIDAD
DEL SOLDADO MUERTO. SE TRATARÍA DE FEDERICO
BORRELL GARCÍA. SE PONE EN CONTACTO CON LA
FAMILIA DE LA PRESUNTA VÍCTIMA, QUE NO AFIRMA NI
NIEGA SU TEORÍA. NO APORTA PRUEBAS
DEFINITIVAS
|
Miguel
Pascual Mira, autor
de "Las Horas robadas" y “Milicianos”
Investiga sobre la vida de Federico Borrell , haciendo una
importante recopilación de documentos sobre ese tema. Llega
a la conclusión de que “Taino”, “alocado y fanfarrón” posó
para Friedmann.
*
MIGUEL PASCUAL MIRA
AFIRMA QUE LA FOTO ES
UNA ESCENIFICACIÓN Y QUE FEDERICO BORRELL POSÓ
PARA ROBERT CAPA
|
José
María Hernansáez
,
autor del
artículo ”Robert Capa, Gerda Garo (1)* y el mauser de
Federico Borrel" publicado en “Revista española de Historia
Militar” nº 73-74 (Quirón Ediciones)
En un
interesante artículo explica como las secuencias
fotográficas de Capa son resultado de una escenificación.
Llega a esa conclusión observando que los rifles con los que
apuntan los frentepopulistas no estaban armados para ser
disparados
*JOSÉ MARÍA HERNANSÁEZ
REALIZA UN MAGNÍFICO ARTÍCULO OBSERVANDO LAS
ARMAS QUE APARECEN EN LAS FOTOGRAFÍAS. CONCLUYE
QUE ES UN POSADO, YA QUE NO ESTABAN MONTADAS
PARA SER DISPARADAS. NO ENTRA EN LA CUESTIÓN DE
LA IDENTIDAD DEL MILICIANO.
|
*(1) Así
aparece escrito en su artículo el nombre de Gerda Taro