LOS CRIMENES DEL TEATRO CERVANTES DE ALMERIA

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LOS CRÍMENES DEL TEATRO CERVANTES DE ALMERÍA

 

Artículo: Milagros Soler Cervantes ©  

 

 

 

HISTORIA DEL TEATRO CERVANTES

 

Desde tiempo inmemorial ha existido en Almería un fuerte arraigo a las reuniones de intelectuales que gustaban intercambiar ideas sobre cuestiones de actualidad, políticas, poéticas y artísticas. El famoso indalo paleolítico que se ha tomado coIndalo, imagen-totem de Almería, encontrado en la Cueva de los Letreros  (Vélez Blanco - Almería)mo imagen-totem de la provincia, surgió precisamente al adoptarlo como icono uno de los círculos culturales almerienses encabezado, entre otros, por Jesús Perceval y Eugenio D´Ors.  Como es sabido, se trata de una imagen encontrada en un abrigo neolítico de la cueva de Los Letreros, en el pueblo de Vélez Blanco. Recibió ese nombre en honor de San Indalecio, precursor del cristianismo en el sureste peninsular y patrón de la ciudad de Almería.

 

A lo largo del siglo XIX y principios del XX estos encuentros se producían en lugares de la capital como la Federación Local de las Sociedades Obreras, el Círculo Republicano, el Círculo Literario o en su concurrido Ateneo. Sin embargo, tanto las clases medias como la burguesía local aspiraban a tener un espacio estable en el que poder realizar y asistir a este tipo de eventos con carácter permanente. A mediados del siglo XIX surgen una serie de locales dedicados a estos acontecimientos, como el  Teatro Principal (también conocido como “Teatro Campos”), el Teatro Novedades, el Teatro Circo-Variedades, o el Teatro Apolo.

 

El Teatro Novedades era utilizado por el Círculo Literario para realizar los juegos florales y sus famosas sesiones musicales. También se representaban obras de distintos géneros, como zarzuelas, dramas y comedias. En el lugar donde se asentó en su día, se levantó con posterioridad el Teatro Cervantes. Ambos se ubicaron sobre terrenos en los que se constató la existencia de un yacimiento árabe medieval del que salieron a la luz distintas sepulturas de la época.

 

El Teatro Cervantes incluye en el rectángulo de su planta el Círculo Mercantil e Industrial. La primera piedra del edificio se puso en Julio de 1867 en un solar perteneciente a la familia Duomovich. Las obras de su construcción se iniciaron en el año 1898 y no pudieron finalizarse hasta el año 1921 por problemas económicos. Se encargó el proyecto al arquitecto Enrique López Rull, que lo diseñó según los parámetros de moda en ese momento, consiguiendo una bella muestra del eclecticismo imperante. De la decoración interior se encargó Teodoro Villalba, que contó con los tapices de Aldehuela Andújar. La embocadura del escenario y los frentes de los tres pisos de palcos se ornamentan con escayola dorada. En el centro del techo que corona el patio de butacas se puede ver un gran rosetón en relieve.

 

Han sido muchos los avatares que se han producido en él desde su inauguración. Seguramente el que más impacto causó en la ciudad de Almería fue el del asesinato en su escenario de la famosa actriz Concha Robles y el niño Manuel Aguilar en el año 1922, sobre el que volveremos más adelante.

La Guerra Civil también dejó su huella de destrucción en este templo de Talía. Desde entonces,  sin interrupción, ha sido centro de la actividad cultural almeriense. Conferencias, mítines políticos, festivales de todo tipo, bailes de carnaval, concursos de belleza y un largo etcétera.

 

Con la llegada del cine, en 1977 en su escenario se instaló una pantalla en la que actualmente se proyectan películas. En los días que redactamos este artículo es propiedad de la familia Asensio, que lo adquirió en 1985. En él se han venido produciendo sucesivas modificaciones para su modernización, que incluyen aire acondicionado, cambio del patio de butacas y por supuesto, el adecuado alumbrado eléctrico. Desde el año 2000 se celebra el Festival de Cortometrajes de Almería y sirve de marco para la entrega de los premios “Almería, ciudad de cine”.

 

 

 

EL TEATRO CERVANTES DE ALMERÍA ( Año 2007)

Distintos aspectos de la fachada principal

Teatro Cervantes de Almería. Fachada principal en el Paseo.(Foto: M.Soler - 2007)   Teatro Cervantes de Almería. Fachada principal en el Paseo.Balcón central y detalle de las farolas en el primer piso (Foto: M.Soler - 2007)

Teatro Cervantes de Almería. Fachada principal en el Paseo.(Foto: M.Soler - 2007)    Teatro Cervantes de Almería. Fachada principal en el Paseo.Detalle de las mesas del Casino (Foto: M.Soler - 2007)

 

INTERIOR DEL TEATRO CERVANTES. Año 2010

Escenario, patio de butacas y  palcos.

Fotos: Jesús Vílchez

 

 

De las cuatro fachadas que conforman el edificio, la principal linda con el Paseo de Almería, próxima al mar. Está dotada de tres cuerpos horizontales  con niveles de pisos a diferentes alturas, siendo el de mayor metraje el primero y disminuyendo los dos siguientes a medida que se elevan.

 

La decoración se compone en su primera planta de cinco puertas dinteladas en arco, elaboradas en madera y cristal. La parte superior de estas seTeatro Cervantes de Almería. Fachada principal en el Paseo.(Foto: M.Soler - 2007) adorna con enrejados de hierro forjado, con un escudo también de hierro, en el centro de cada una de ellas.

 

En el segundo nivel, superpuestos a las puertas del primer piso, se sitúan cinco balcones dintelados. Los tres centrales están terminados en arco de medio punto y los dos laterales en ángulos de noventa grados, sobresaliendo de la fachada y enmarcando a los tres centrales. Entre cada uno de los cinco balcones se intercala una columna de orden clásico de capitel plano. A todo el conjunto se le antepone una balaustrada corrida, que marca la separación entre el primer y el segundo piso.

 

En la fachada del tercer piso se abren cinco ventanas en línea vertical con las puertas del primero y los balcones del segundo. Una cresta formada en arco de medio punto se sobrepone a cada una de ellas, rompiendo la línea recta del tejado. Otra baranda corrida, menor en proporciones a la del piso inferior, recorre toda su parte inferior, separando el segundo piso del tercero.

 

Además de estos elementos puramente arquitectónicos, sirven de adorno mascaras teatrales, un “tondo” con la efigie de Miguel de Cervantes y unas singulares  farolas modernistas en forma de girasol. El Círculo Mercantil se localiza en una zona contigua menos vistosa, pero siguiendo el mismo estilo.

 

 

LA ACTRIZ CONCHITA MONTES

 

La actriz Conchita Robles, asesinada en el Teatro Cervantes de Almería

 Concepción Robles Pérez nació en la calle Clarín del barrio de la almedina en la capital de Almería, el día 17 de Octubre de 1887.  Hija de Purificación Pérez y del guitarrista y compositor Juan Robles. Su padre trabajó como tramoyista en el teatro, y seguramente fue ese hecho el que le inculcó el amor por las artes escénicas.

 

Cuando tenía 12 años, su padre se trasladó a Madrid por motivos de trabajo. A partir de ese momento, ella mostrará su inclinación por la carrera de actriz. Amante de la poesía y con espíritu de poetisa, fue de carácter inquieto y creativo,  amiga de intelectuales y artistas. A los veinticinco años entra a formar parte en el grupo de actores de la empresa de María Guerrero y el marido de ésta, Fernando Díaz de Mendoza y Aguado, VII Marqués de San Mamés y VI de Fontanar, conde de Balazote y de Lalaing. Estaba considerada a nivel internacional como la primera compañía de teatro en España.

 

Las pruebas de acceso eran conocidas por su dureza y alto nivel de exigencias. Una de ellas consistía en recitar los versos  de “El Alcázar de las perlas” del poeta Francisco Villaespesa, también natural de Almería. Concha las supera sin grandes dificultades y en el año 1912 se integrará en ella. En esos años escribe algunas poesías que son publicadas en distintos periódicos de la época.

 

Cuando la compañía de María Guerrero emprende una gira por América, Concha Robles permanece en Madrid, por la oposición de sus padres para que realizara ese viaje, según comentarios del momento. Sin embargo, pudiera ser que la causa fuera su nuevo contrato con la compañía de María Paloy  y Ernesto Vílches, cuando la popular almeriense ya contaba con un gran prestigio como primera actriz (1920).

 

Unos años antes de entrar en la compañía de María Guerrero, tras  un corto noviazgo,  contrajo matrimonio en Granada con el oficial de caballería Carlos Verdugo Boto, destinado en el Regimiento de Cazadores de Lusitania 12, conocido como el de los “Húsares de la muerte”. Viudo con dos hijas, consiguió retirar a Concha Robles de la escena, fijando ambos su domicilio en esa ciudad.

 

Cuadro con foto de María Guerrero en el Teatro Cervantes de Almería.

Cuadro en el Teatro Cervantes con la foto de María Guerrero

 

El carácter extremadamente celoso y violento del militar, unido al hecho de no haber tenido hijos y el deseo de Concha Robles de volver al teatro al que se oponía su marido, la llevó a pedir legalmente la separación civil conyugal. Regresa a Madrid, donde vive algún tiempo en casa de sus padres y reaparece en los escenarios con un estreno en el Teatro Eslava como primera actriz. La obra lleva por título “Santa Isabel de Ceres” del escritor libertario Alfonso Vidal y Planas.

 

En 1922, cuando representaba la obra “Santa Isabel de Ceres” en el Teatro Cervantes de Almería, fue asesinada a tiros por su ex marido en un ataque de celos, cayendo herida de muerte en el escenario.  El público, pensando que aquel hecho formaba parte de la obra, ante tal realismo manifiesto, rompió en un estrepitoso aplauso.

 

Carlos  Verdugo intentó suicidarse allí mismo, disparándose un tiro en la sien. Sólo consiguió causarse una herida por la que perdió un ojo. Cuando cometió su crimen tenía cuarenta y nueve años; Concha Robles, treinta y cinco. Una vez recuperado, fue juzgado y condenado a cadena perpetua.

 

El día de su funeral, toda la ciudad de Almería asistió al entierro. Era el último homenaje de admiración y respeto a la insigne actriz. Homenaje que había comenzado con el aplauso que se inició en el momento mismo de su muerte, cuando todos pensaban que la tragedia que estaba protagonizando era efecto y  resultado de su maestría interpretativa.

 

Cuadro en el Teatro Cervantes con la lista de precios de las distintas localidades.

Foto: Jesús Vílchez

 

 

 “SANTA ISABEL DE CERES”, EL AUTOR Y SU OBRA

 

Alfonso Vidal y Planas, autor de la obra "Santa Isabel de Ceres".El 22 de Enero de 1922 se estrenaba en el Teatro Cervantes de Almería la obra de Alfonso Vidal y Planas titulada “Santa Isabel de Ceres”. Su autor fue uno de esos poetas desclasificados del siglo XX, personaje controvertido y polifacético. Doctor en Metafísica en la Universidad de Indianápolis y catedrático de Literatura Española  y Filosofía en Tijuana (México), periodista, poeta, dramaturgo  y polémico artífice de toda clase de artículos.

 

Alfonso Vidal y Planas nació en Santa Col0ma del Farners (Barcelona) en el año 1891 y murió durante su exilio en Tijuana (México) en el año 1965. Participó como articulista en muchos periódicos, llegando a fundar y dirigir "El Loco", enmarcado en el tono de la prensa humorística. Trabajó en "El Sindicalista" fundado por Ángel Pestaña a propuesta del que fuera presidente de la Segunda República. Lo hizo junto a figuras con la entidad de Ramón J. Sender.

 

Además de su fama como "autor maldito" a raíz de los crímenes del Teatro Cervantes, su nombre aparece ligado a otro hecho luctuoso acontecido en el Teatro Eslava de Madrid. El día 2 de marzo de 1923 mató con disparo de arma de fuego a su socio Luís Antón del Olmet, diputado derechista por Padrón y creador de "El Parlamentario".

 

Enfrentados ideológicamente, Alfonso Vidal le reprochaba su servilismo a la institución monárquica y los elogios al rey Alfonso XIII. Por su parte, el escritor y dramaturgo catalán había participado en los acontecimientos de la Semana Trágica de Barcelona, por lo que fue represaliado. Tuvo carnet de cenetista y durante su permanencia en la Confederación Nacional del Trabajo (C. N. T.) liberó a muchos presos políticos de las llamadas "checas" comunistas.

 

Entierro de Luís Antón del Olmet, asesinado por Alfonso Vidal. A la izquierda, la víctima. A la derecha, el asesino.Fuente: Hemeroteca del ABCTítular del periódico "El Noreste": ALFONSO VIDAL Y PLANAS MATA DE UN TIRO A LUIS ANTONIO DEL OLMET.

Entierro de Luís Antón del Olmet, asesinado por Alfonso Vidal. A la izquierda, la víctima. A la derecha, el asesino. Fuente: Hemeroteca del ABC

Titular del periódico "El Noreste": ALFONSO VIDAL Y PLANAS MATA DE UN TIRO A LUÍS ANTONIO DEL OLMET.

 

Aunque las motivos no han quedado claros, parece ser que la rivalidad política, ideológica y literaria llevaron al fatal enfrentamiento. Se habla también de asuntos por conflictos amorosos y de la fijación por parte de Luís Antón del Olmet en poner dificultades a las representaciones teatrales de Alfonso Vidal. Por el asesinato de su socio y colega literario le condenaron a doce años de prisión, de los que sólo cumpliría tres. Su indulto fue pedido por muchos sectores públicos, de lo que se hizo eco la prensa escrita. Un ejemplo lo tenemos en este recorte de "El Noreste" en el que se habla de la amistad entre la víctima y el homicida, pidiendo su excarcelación a cambio del exilio. El entierro de Luís Anton en Madrid fue multitudinario, como puede verse en las imágenes que recogiera en su día el periódico "ABC".

 

La obra se publicó primero como novela de perfiles autobiográficos. Narraba la historia de un pintor enamorado de una prostituta a la que intentará  apartarla  del burdel en el que trabaja. El mismo Alfonso Vidal se enamoró de una de ellas (Elena Manzanares) que conoció en la calle Ceres de Madrid, lugar donde se concentran estas profesionales del sexo. Terminaría casándose conMancebía madrileña ella. El éxito alcanzado por la novela le llevó a realizar una adaptación al teatro, que en Madrid se mantuvo en cartel más de tres meses. En una sociedad de marcado puritanismo, enclaustrada en rancias costumbres religiosas, su puesta en escena llegó precedida por el escándalo.

 

Para unos constituía una aberración escénica. Para otros, marcaba la línea progresista que abriría nuevas expectativas revolucionarias y realistas en el teatro nacional. La iglesia católica, a través de la prensa que le era afín, se puso como objetivo boicotear el estreno con críticas  que la tildaban de inmoral y esperpéntica. Este hecho venía motivado porque en el drama se reivindicaba y redimía la imagen de las prostitutas. El mismo nombre de “Ceres”, perteneciente a una diosa pagana  asociada a la fertilidad y a la calle de Madrid donde se exhiben estas mujeres, unido al de Santa Isabel ya provocó los primeros posicionamientos en contra.

 

Para aumentar el nivel de expectación, los empresarios advertían al público que en la obra se verían escenas de gran realismo cuando se representa la muerte de alguno de sus protagonistas. Tanto sus detractores como sus partidarios esperaban con impaciencia el momento del estreno.  Señalada como maldita desde el momento que salió a la luz, muchos de los que tuvieron que ver con ellas se vieron envueltos en sucesos dramáticos. Un año después del estreno de la obra (1923), y tras la tragedia del doble crimen del Teatro Cervantes, Vidal y Planas mató Luis Antonio Olmet, diputado almeriense, escritor y periodista  por un asunto no bien explicado de rivalidades literarias, enfrentamientos ideológicos  y enredos de amoríos.

 

 

Detalle sobre el centro del escenario.  

Fotos: Jesús Vílchez

 

LOS CRÍMENES DEL TEATRO CERVANTES

 

Cartel de propaganda dela obra  "Santa Isabel de Ceres"

El estreno de “Santa Isabel de Ceres” en el Teatro Cervantes de Almería, programado para 22 de Enero de 1922, se había convertido en el acontecimiento social de más trascendencia en la ciudad.

 

Desde principios de año, toda la prensa local se había hecho eco de la noticia, anunciando la representación a bombo y platillo. La compañía "Tudela-Monteagudo" presentaba en la capital a la almeriense Conchita Montes como primera actriz.

 

En cafés y tertulias se producían encarnizados enfrentamientos entre saboteadores y defensores del evento. Surgieron algunos incidentes que pretendieron paralizar los ensayos y evitar así que la obra se representara. Los distintos periódicos de la ciudad se manifestaron en un sentido o en otro, con duras críticas o entusiastas elogios.

 

A pesar de tanta controversia y seguramente por eso, las entradas se agotaron antes del día de la premier. La propaganda católica en contra tuvo un efecto distinto al pretendido y sirvió para suscitar la curiosidad y el morbo, potenciando que el lleno del aforo fuese total. A eso se añadía la advertencia hecha a los espectadores de que durante la representación se producirían escenas de especial violencia, en la que podrían oírse el ruido de disparos.

 

A esta tensión que reinaba en el ambiente, otro hecho vino a presagiar que aquella jornada se revestiría de acontecimientos extraordinarios. En la víspera ya surgieron algunos rumores  que auguraban la tragedia. El ex marido de Concha Robles, Carlos Verdugo, había llegado a la capital, procedente de Cuenca, donde en ese momento cumplía servicio en el cuartel de la Remonta. Otras fuentes mencionan que viajó expresamente desde su domicilio en Granada, con la idea fija de vengarse de su ex- mujer.

 

Paseo de Almería desde la Puerta de Purchena a mediados del siglo XX. En él se encontraba el  Teatro Cervantes.Teatro Cervantes de Almería en 1950

Puerta de Purchena con el Paseo del Príncipe que baja hasta el mar.  En él está situado el Teatro Cervantes (a la derecha)

 

Los testigos lo vieron el día anterior merodear inquieto por las proximidades del teatro. En la fecha del estreno paseaba notablemente nervioso por bares y cafés, esperando impaciente que se iniciara la representación. Conocedores del carácter conservador, celoso y violento del militar, los más próximos al círculo de la actriz advirtieron del peligro; pero poco pudieron hacer por evitar lo que habría de suceder.

 

Carlos Verdugo buscó la forma de neutralizar esas alarmas. Se ignora si pretendió entrar por la misma puerta que el público y le negaran el acceso. El caso es que se dirigió a la puerta de artistas y consiguió convencer al portero del edificio de que el objetivo de su visita era hacerle llegar a la protagonista una tarjeta de visita de un conocido empresario de Ciudad Real. Le rogó que se la entregara, diciéndole que estaba interesado en contratarla para algunos de sus espectáculos teatrales, y que solicitaba entrevistarse con ella cuando terminara la representación.

 

Escenario visto desde los bastidores de un teatroEl empleado, ante la violenta insistencia del militar y temeroso de que se produjera algún escándalo que pudiera perjudicar a los actores, le permitió el acceso al local, pero sin dejarle llegar hasta la zona de camerinos. Una vez dentro del recinto, el asesino consiguió llegar y esperar su momento entre bastidores. Aproximadamente a la mitad de la representación, cuando Concha se disponía a subir al escenario, se quedó horrorizada al ver a Carlos Verdugo,  que junto a un tramoyista la miraba amenazante. 

 

No hubo tiempo de evitar el desenlace. Verdugo, empuñando una pistola se dirigió rápido y decidido hacia ella. Adivinando sus intenciones, pensando que tal vez conseguiría así evitar que disparara, Concha buscó refugio poniéndose detrás del joven aprendiz de imprenta y encargado de los carteles del Cervantes, llamado Manuel Aguilar, de dieciséis años de edad.

 

Ese gesto no le hizo desistir a Carlos de utilizar el arma. Disparó en repetidas ocasiones sobre el muchacho. Las balas atravesaron el cuerpo del inocente y consiguieron infringir graves heridas a Conchita Robles. No satisfecho con tal agresión, quiso asegurarse del éxito de la misión que se había impuesto. Una vez que Manuel cayó al suelo, se acercó a la actriz y sujetándola por un brazo, apuntó directamente al corazón y apretó sin compasión el gatillo.

 Manuel Aguilar, gravemente  herido, pedía insistentemente un crucifijo.

El ruido de las detonaciones estremeció a los espectadores en el patio de butacas. Segundos después Conchita Robles, con la ropa ensangrentada apareció cayendo por un lado del escenario, desplomándose en el suelo a la vista de todos. El público, pensando que lo que estaba sucediendo formaba parte de la ficción, ante tan logrado realismo, rompió en fervorosos aplausos. Las ovaciones enmudecieron de inmediato, cuando apenas un minuto después, Manuel Aguilar con la camisa enrojecida por la sangre, salió gritando: “¡Los tiros son de verdad.  Los tiros son de verdad” . Apenas terminó de hacer este esfuerzo supremo para advertir de lo que estaba aconteciendo, cayó moribundo a la altura de la segunda fila de espectadores. Intuyendo que su fin estaba próximo, pedía con voces estremecedoras que le acercaran un crucifijo para besarlo antes de morir. Sixto Espinosa, director del periódico “El Faro” y testigo directo de los hechos, describió así ese momento dramático:

 

“El criminal disparó sin titubeos sobre el menor que falleció horas después abrazado a un crucifijo que el pequeño había pedido Cochita Robles cayó herida de muerte sobre el escenario.con insistencia y patéticas voces”

 

Trasladado urgentemente al Hospital Provincial de Almería, murió tras una larga agonía esa misma madrugada.

 

En la sala, el desconcierto era general. El director dio orden de que bajaran rápidamente el telón. Fue entonces cuando todos comprendieron la gravedad de lo que estaba pasando. Algunos de los responsables de la representación trataron de explicar con grandes voces lo que estaba sucediendo. Los actores y los trabajadores del Cervantes contemplaban estupefactos y sin capacidad de reacción, la vertiginosa sucesión de los acontecimientos.

 

Don José Gómez Campana, afamado médico de la ciudad allí presente, fue de los primeros en darse cuenta de la trascendencia de suceso. Con el periodista Sixto Espinosa  subió al escenario y, recogiendo entre ambos el cuerpo de Concha Robles, lo colocaron en un sofá que formaba parte del atrezzo. Todos los intentos de reanimación resultaron inútiles. César Medina Bocos, gobernador civil de la provincia acudió también con presteza a socorrer a los heridos, siendo él quien asistió en su último suspiro a la víctima,  que sostenía en sus brazos. Purificación Pérez, madre de la actriz que también asistía al estreno, llegó al escenario cuando su hija ya había expirado.

 

 

 

 

 1   2 

1.- Escenario del teatro Cervantes en el que cayó herida de muerte Conchita Montes.

2.- Bambalinas del teatro. Escondido entre ellas Carlos Verdugo esperaba la salida a escena de la actriz .

     

  Fotos: Jesús Vílchez

 

 

 Carlos Verdugo, desde el lugar en el que se inició la tragedia, con el rostro enloquecido observaba inmóvil los resultados de su crimen. Sixto Espinosa le dirigió unas palabras, increpándole ante la gravedad de su homicidio. Sin que mediaran más palabras, sabiendo que Concha ya había fallecido, volvió a empuñar la pistola, disparándose  un tiro en la sien. Fue llevado a la casa de Socorro, herido de gravedad y posteriormente al Hospital Provincial, donde también había ingresado el joven cartelista. Aunque se temió por su vida y fue confesado por el obispo de Almería, fray Bernardo Martínez Nova, logró recuperarse y sobrevivir a su intento de suicidio. Una vez curado y dado de alta por los médicos, fue juzgado y condenado a cadena perpetua.

 

Certificado el fallecimiento, el cuerpo sin vida de Concha Robles fue trasladado a la vivienda de unos familiares, situada en la calle El Pueblo, donde tuvo lugar el velatorio. Desde allí, el día 23 de Enero,  el ataúd fue trasladado a hombros hasta el Teatro Cervantes, donde se había instalado la capilla ardiente con el féretro de Manuel Aguilar. 

 

Toda Almería acudió al entierro. Más de veinte mil personas se unieron al cortejo fúnebre, que iba encabezado por Don Fernando Muñoz, alcalde de la ciudad, por el gobernador civil, que asistió a la fallecida en sus últimos minutos de vida y por Don Rufino Brea, presidente de la Diputación.

No tenemos constancia de las autoridades religiosas que asistieron al funeral, pero sí podemos señalar que el luctuoso acontecimiento fue interpretado por algunos católicos como una venganza divina por la puesta en escena de la obra de un autor anarquista y protagonizada por una mujer que había ignorado los sagrados vínculos del matrimonio.

 

Dos caballos blancos tiraban de un coche blanco, llevando el cuerpo de Manuel Aguilar.

Otro coche negro, con cuatro caballos negros, trasladaba el cuerpo de Concepción Robles Pérez a su última morada.

 

En la historia de la crónica negra de Almería, posiblemente los crímenes que más impactaron en la memoria popular de sus gentes fueron los que se produjeron en el Cortijo del Fraile (Níjar) que sirvió de inspiración a Federico García Lorca para su obra "Bodas de Sangre", el del Hombre del Saco o  "Sacamantecas" (Gádor) que forjó la leyenda española del "Asustaniños"  y el del Teatro Cervantes en la capital de Almería.

 

 

  Mascarón de yeso en el interior del teatro

Foto: Jesús Vílchez

 

 

OTRAS MUERTES RELACIONADAS

 

 

La leyenda de la maldición caída sobre la obra "Santa Isabel de Ceres" que se inició con las muertes de Concha Robles y Manuel Aguilar continuó fortaleciéndose con otros sucesos dramáticos que le siguieron.

 

Su autor, Alfonso Vidal y Planas asesinó en el Teatro Eslava de Madrid al Diputado y escritor almeriense Luís Antón deL Olmet por una cuestión de amoríos y celos.

 

Alfonso Tudela, un actor que participó en las representaciones, murió degollado por la madre de su esposa.

Tadeo Villalba, decorador de los techos del teatro, asesinó por celos a un noble que pretendía a su novia.

 

Después se han producido accidente en extrañas circunstancias, suicidios por ahorcamiento y todo tipo de acontecimientos trágicos. Incluso se habla de fenómenos paranormales y la aparición de fantasmas en ese lugar maldito.

 

De una forma o de otra, nadie ha podido olvidar en Almería la historia de los crímenes del Teatro Cervantes.

 

 

LOS FANTASMAS DEL TEATRO CERVANTES.

 

El impacto que causó la tragedia de estos asesinatos en la sociedad almeriense hizo que surgieran todo tipo de historias en torno a ellos. Unas, basadas en la cruda realidad de los acontecimientos. Otras, fruto de la más delirante fantasía popular. Se habla de fenómenos paranormales y de la aparición de fantasmas; en unas ocasiones, identificados con la malograda actriz Concha Montes. Otras, con el joven cartelista asesinado. También se especula con la figura de un hombre manco asociada a la persona de un trabajador del teatro que se suicidó algún tiempo después de doble crimen del Teatro Cervantes.

 

 Folleto de propaganda anunciando la obra "Santa Isabel de Ceres".

 

 

En el margen izquierdo, manuscrito, puede leerse:

 "Suspendido  el  (.....) por el asesinato de la primera actriz Concha Montes"

 

 

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© - Artículo 23.01.2009 - Milagros Soler Cervantes. Culturandalucia.com

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23.01.09

 

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